“En tiempos de elección, no hay mayor pecado que la pasividad”*

“Los confines más oscuros del infierno están reservados para aquellos que eligen mantenerse neutrales en tiempos de crisis moral”. La Divina Comedia. Dante Alighieri.

Si bien el adjetivo “neutral” se aplica habitualmente a la persona que no participa de ninguna de las opciones en conflicto. La clase de neutralidad a la que se refiere Alighieri, y que considero aplicable nuestra actual crisis moral, además de política, es aquella que implica la conveniencia personal como fuente o base para omitir el deber de elegir actuar cuando es imperioso y hasta imposible dejar de hacerlo.

De ésta forma considero que somos “neutrales” cuando en momentos de crisis y de peligro, en vez de proceder de acuerdo a lo que se espera o exige de nosotros tal y como hacemos nuestra vida en sociedad, optamos, por la inacción, por la pasividad. Pero no cualquier pasividad. No sólo aquella que pudiera significar en principio, pusilanimidad o hasta cobardía. Sino la pasividad que en realidad es sólo aparente, ya que lleva implícita una conducta activa. La de traicionar en pos de nuestra conveniencia.

Las crisis morales son, precisa y fundamentalmente, los tiempos en que no debiéramos ser “neutrales” o pasivos. Sino que debiéramos actuar, activarnos, y muchas son las formas por las que podemos optar hacerlo. Y es por ello que creo que ante una nueva crisis moral en nuestro país, y más allá de cuál o qué posición en conflicto apoyar, cabe preguntarnos en primer lugar, en qué medida, podemos estar incurriendo en una forma de inexcusable “neutralidad” o pasividad, que para el caso sería lo mismo. Porque ser “neutral” o pasivo se ha convertido en una conducta habitual por medio de la cual siempre respondemos de la misma forma, pasivamente.

Así, somos pasivos por ejemplo, cuando solo nos abrumamos y despotricamos por lo que sucede. Cuando sólo manifestamos nuestro enojo. Y en definitiva, cuando sólo esperamos el desenlace de la crisis sin dejar de calcular la conveniencia personal del resultado. Pero en realidad estamos haciendo nada al respecto.

Y también lo somos por ejemplo, cuando nos negamos obstinadamente a reflexionar y en su caso cambiar ante el posible error de una supuesta parcialidad inicial a posturas que se demuestran ahora, por lo menos obsoletas cuando no perjuciciales a nosotros mismos y a todos. Cuando profundizamos ciegamente aquella postura que supuestamente habíamos elegido en el intento de ocultar que también nos favorecía y favorece aún económicamente. Aunque vociferemos que las abrazamos porque defendemos derechos postergados. Derechos que por supuesto no nos son propios ni cercanos. Y aunque para sostener nuestra posición siquiera nos ruboricemos cuando negamos tales derechos o impidimos su ejercicio a aquellos grupos de de personas que sostienen posturas diferentes. Y que muy frecuentemente incluyen a aquellos conciudadanos que fueron siempre y siguen postergados.

Debemos tener cuidado; estar atentos, y analizar bien nuestra pasividad o supuesta pasividad ante la crisis, porque no sólo podemos ser merecedores de los obscuros confines del infierno al decir de Dante, sino que también, y parafraseando a Martin Luther King, la historia Argentina registrará como la mayor tragedia de este período de nueva crisis moral, al hecho de que el inconcebible silencio de los buenos se impuso nuevamente sobre el estridente clamor de los malos. O lo que es peor. Que al silencio de los buenos se sumó nuevamente el murmullo irresponsable y acomodaticio de quienes decimos hacer y no hacemos nada, nunca. Inclinando y definiendo nuevamente la balanza en favor de los pocos malos que siempre gritan.

Pero además podemos perder la oportunidad que la grave crisis por la que transitamos nos otorga para que desde una vez y por todas, comencemos a actuar como personas y como argentinos verdaderamente democráticos. Lo que no se logra siendo “neutrales” o pasivos sino eligiendo actuar desde el lugar que nos toca como ciudadanos, cualquiera sea éste, intentando corregir el abuso, la opresión, y la corrupción. Y para que lo que guíe nuestra convivencia social, no sean la sospecha, el miedo o las ansias autoritarias de nadie.

¡Piensa bien y saldrá bien!

D.O.

*Dan Brown. “Inferno”.

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Aprovecha el día… Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante…

CARPE DIEM.

Aprovecha el día.

No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más feliz, sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie, te quite el derecho de expresarte que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida, algo extraordinario…

No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía, sí pueden cambiar el mundo…

Somos seres humanos, llenos de pasión. La vida es desierto y es también oasis. Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia…

Pero no dejes nunca de soñar, porque solo a través de sus sueños, puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes… No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante…

Vívela intensamente, sin mediocridades.

Piensa que en ti está el futuro y en enfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte… No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas..”

WALT WHITMAN

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“Ustedes tienen los pinceles y los colores, pinten el paraíso y entren en él”. Nikos Kazantzakis.

“He aquí la dicha verdadera: no tener ambición alguna y trabajar, como acosado por todas las ambiciones. Vivir sin necesidad de las personas y quererlas. Estar en Navidad y tras haber comido y bebido a gusto, irse a salvo de todas las acechanzas, y advertir, de pronto, que en el corazón la vida ha realizado un milagro: el de convertirse en un cuento de hadas.”

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¡Felicidades!

Navidad es nacimiento. Y si bien cada año nos refiere el nacimiento de Jesús, también invoca el renacimiento de cada uno de nosotros. Porque es a través de nosotros que la Navidad se manifiesta. La Navidad eres tú, soy yo, somos todos los que llevamos a la práctica nuestros pensamientos positivos y mantenemos una férrea disposición para una convivencia más ética.

Ética, como consciencia de las consecuencias que nuestras acciones tienen en la vida de otros seres humanos. Seres humanos que comienzan a importarnos cuando los miramos dándoles presencia.  Cuando somos capaces de aceptarlos como legítimos otros para convivir.

Es decir, con amor.

¡Feliz Navidad!

¡Piensa bien y saldrá bien!

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Hacer de padre es también estar consciente.

Para un ser consciente, el existir consiste en cambiar, en madurar, en crearse indefinisdamente a sí mismo. Henri Bergson

Llegar a hacer de padre “bisagra” –como denomino a los padres que queremos impedir la transmisión de nuestras conductas inadecuadas a nuestros hijos- está relacionado con observar si en nuestros hijos existen muestras de lo que son nuestros propios comportamientos negativos originales que aprendimos de nuestros padres, y tratar de cambiarlos.

En principio, los padres con vocación “bisagra” debemos reconocer que hemos sido creados a través del comportamiento de nuestros padres. Que hemos sido programados para responder inconsciente y automáticamente según esos comportamientos. Y que la programación aunque sucedió cuando niños y mientras era totalmente inconsciente para nosotros, todavía expresa esos comportamientos.

Si los ahora padres, cuando fueron niños crecieron en una familia donde sus padres eran plenamente conscientes de que estaban programados para vivir su vida en felicidad, en armonía, en colaboración, en el amor, y ese fue el entorno en el que crecimos, entonces en su mente subconsciente tendrían programas de ese tipo. Así que cuando crecieron, podrían soñar despiertos toda la vida y sin embargo encontrarse haciendo todo lo que les conviene su nuestro bien-estar. ¿Porque? Debido al procesamiento automático de su mente subconsciente, el noventa y cinco por ciento del tiempo estarían utilizando buenos programas, incluso si no están prestando atención.

Pero si los ahora padres, crecimos en entornos diferentes, y deseamos ser “bisagra” en la trasmisión de conductas inadecuadas a nuestros hijos, debemos hacer algo con nuestra programación. Porque si no lo hacemos, esos comportamientos se extenderán y hasta se “perfeccionaran” en su negatividad en nuestros hijos.

Ahora bien, ¿es útil preguntarnos cuáles son los programas en mi subconsciente? ¿Puedo pensar en la programación en mi subconsciente? Por desgracia, no, porque el pensamiento es consciente. La mente consciente ni siquiera estaba allí cuando se estaban descargando los programas.

No se discute ya que la programación del subconsciente de un niño se produce principalmente durante los primeros seis años de su vida. De hecho, ahora reconocemos que la mitad de la personalidad del niño se desarrolló probablemente incluso antes de nacer, a través de la información que llega a través de la placenta, incluyendo, químicos emocionales y factores de crecimiento de la madre.

Tenemos entonces estos programas subconscientes y realmente no podemos acceder a ellos. Sin embargo, aquí está la parte positiva: no tenemos que ir hacia atrás y regresar a nuestra infancia o nuestra gestación para trabajar con nuestra programación subconsciente.

El noventa y cinco por ciento de nuestra vida es una copia impresa de nuestro subconsciente. Por lo tanto, todo lo que tenemos que hacer es observar que hacemos a nuestra vida actual, porqué lo hacemos, ver qué funciona. Y entender que lo que hacemos y como lo hacemos es a causa de creencias programadas en nuestro subconsciente que les animan, las ponen en movimiento.

Si deseamos corregir la programación en nuestra vida, tenemos que mirar y ver las cosas con las que estamos luchando sin solucionar o sin permitirnos convivir con ello. Y dsitngamos lo que es “luchar contra algo” de “trabajar en algo”.  Trabajar tiene que ver con divertirnos mientras trabajamos, ver el mejor lado de ese trabajo. Mientras que luchar significa sufrir, presionarse; lo que nos lleva a agotarnos y estresarnos.  Luchar contra algo de esa forma, implica casi inevitablemente tener un programa que dice que no podemos con ese algo.

Entonces tenemos que volver sólo un poco atrás y cambiar ese programa específico. Y todo comienza volviéndonos totalmente conscientes de lo que está sucediendo. Cuando nos hacemos la pregunta: ¿Qué estoy haciendo y porque hago lo que hago? Que siempre es una pregunta que si queremos, siempre tendrá respuesta.

Observar como actuamos en determinada  situación, ser conscientes de ello. Construir el hábito de visualizarnos trabajando de esta forma, permite arribar al cambio de la conducta puntual que deseamos variar. Agregando así a una nueva forma de responder a las que ya tenemos programadas. Las corremos y nos decimos, ¡ya no la utilizaré en situaciones como ésta! El trabajo constante en ello generà el hàbito que a su vez genera el programa que deseamos.

Si modificamos esos comportamientos inadecuados, y mantenemos los demás buenos que tenemos, podemos convertirnos en padres consciente de nuestros buenos comportamientos y conductas. Y podemos a sum vez, tener grandes posibilidades de gestar, crear y criar hijos con un noventa y cinco por ciento de la mejor programación posible para vivir en este mundo.

Piensa bien y saldrá bien!

DO.

Fuente: https://biologyofbelief.wordpress.com/. Publicado el 29 de noviembre 2014
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EL DON NATURAL DE ELEGIR COMO RESPONDER.

“Entre estímulo y respuesta hay un espacio. En ese espacio reside nuestra libertad y nuestra facultad para elegir la respuesta. En estas elecciones residen nuestro crecimiento y nuestra felicidad.” Stephen Covey.[i]

“Jodido pero contento”[ii]

Gregorio o “ Don Goyo” como le decían sus amigos y familiares, siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Aún pasando por lo que para cualquiera sería una gran dificultad, siempre se refería a su estado de ánimo como “jodido pero contento”. Y además era un motivador natural. Si algún amigo o familiar tenía un mal día, Don Goyo estaba ahí para ayudarle a ver el lado positivo de la situación… Siempre había para él un lado positivo de las cosas.

Una vez le pregunté como hacía para ser una persona positiva todo el tiempo. Y Don Goyo me respondió que, “Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: “Goyito, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen o de mal humor. Y por supuesto escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedes elijo entre ser una víctima o aprender de ello. Siempre elijo aprender de ello. En todo caso elijo estar “jodido pero contento”. Y cada vez que alguien se me acerca para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Y entonces elijo señalarle el lado positivo de la vida.”

“Si, claro, pero no es tan fácil”, le dije. Y Don Goyo respondió sin alterar su tono de voz y muy seguro -en realidad nunca alteraba su tono de voz o mostraba inseguridad- “Sí, lo es”. Y agrego: “Todo en la vida es acerca de elecciones. Si observas bien cada situación, ésta se reduce a una elección que debes hacer. Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen o de mal humor. En resumen, tu eliges como vivir tu vida.” Y terminó diciendo: “sólo tu puedes hacerlo, no esperes que nadie mas lo haga por ti. La elección es tuya”

Una vez en su trabajo de albañil Don Goyo tuvo un accidente. Por un descuido cayó desde una gran altura y quedó tendido en el piso con graves heridas y sin poder moverse. Rápidamente fue llevado de emergencia a un hospital y después de unas horas de atención y varios días de cuidados, felizmente fue dado de alta.

Recuerdo que estuve esperando que Don Goyo estuviera recuperado para ir a charlar con él. Al verme, sin dejarme decir palabra alguna y seguramente buscando tranquilizarme, me dijo: “¡Aquí estoy … Jodido pero contento!”. Y seguidamente no pude esperar más para preguntarle lo que había pasado por su mente en tal malos momentos por los que le tocó pasar.

Y Don Goyo, sin sobresaltarse, y sin dudar sobre lo que iba a decir -como siempre-, me dijo lo que yo ya me imaginaba:  “Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones. Podía elegir vivir o podía elegir morir. Y elegí vivir. A pesar de estar jodido elegí estar contento”

“¿Pero…no sentiste miedo?”, lo interrumpí. Y Don Goyo continuó, “Los médicos estuvieron muy bien, en la ambulancia no dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero pude notar las expresiones en sus caras, y realmente me asusté un poco. Pude leer en sus ojos que me consideraban casi muerto. Y entonces supe que debía tomar una decisión”.

“¿Cuál? ¿Qué hiciste?”, volví a interrumpir, insistente. “Bueno”, me contestó, “cuando uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, hice el esfuerzo para bromear: “Sí, a las alturas”. Y mientras reían, les dije lo mas claro y decididamente posible:  estoy eligiendo vivir, aún estoy vivo, ¡por favor trátenme como tal! “.

Don Goyo, vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa capacidad de elegir aquello que le convenía. Y el hecho de que Don Goyo fuera un albañil toda su vida, que no haya terminado la escuela primaria, y que hay tenido que trabajar en el campo desde los 6 años de edad para ayudar a mantener a sus nueve hermanos; no le impidió comprender y utilizar esta maravilloso don natural que todos poseemos por el hecho de Ser Humanos.

Daniel Olguin.


Ilustación y textos de Tabaré Gómez Laborde, conocido artísticamente como Tabaré. Dibujante autodidacta, humorista y caricaturista,autor de historietas, dibujos animados e ilustración de libros, y conocido especialmente en Latinoamérica por su tira “Diógenes y el linyera”, publicada ininterrumpidamente desde 1977 en el diario Clarín de Buenos Aires. Su tira cómica Diógenes y el linyera lleva más de 9.000 ediciones en la contratapa del diario Clarín (Buenos Aires), Las aventuras de un linyera y su perro (Diógenes), con breves diálogos que siempre muestran una sátira de la realidad social y política desde la óptica de dos vagabundos urbanos.
[i] Stephen R. Covey Nació el 24 de octubre de 1932 en Salt Lake City (Utah, Estados Unidos). Stephen Covey además es padre y abuelo, tiene nueve hijos y cuenta con cincuenta y dos nietos; recibió el premio de Paternidad del «National Fatherhood Initiative», (Iniciativa nacional de paternidad) en el año 2003. Covey es el fundador de «FranklinCovey Company», una compañía que ofrece sus servicios profesionales a nivel mundial y cuya especialidad consiste en vender cursos y seminarios de formación para la gestión de negocio, herramientas para aumentar la productividad, así como también la Gestión del Tiempo, tanto para individuos como para organizaciones. Prácticamente ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza y practica de los preceptos que detalla en sus libros, de como vivir y liderar organizaciones y familias basándose (centrándose) en principios los cuales él sostiene, son universales y como tales son principios aceptados por las grandes religiones y sistemas éticos del mundo.
[ii] En Argentina, “jodido” significa: algo difícil, complicado.
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A mis ex alumnos.

Uno de mis Maestros, el Dr. Humberto Maturana, dice: “Una planificación es el diseño de los pasos a seguir para asegurarse de que un cierto proceso sea efectivo en la generación de un resultado deseado. Sin embargo las planificaciones nunca resultan si uno se apega a ellas. Y esto es así porque el acto mismo de intentar asegurar el suceder de una planificación ocurre en un ámbito diferente, más amplio que aquel en que ésta se propuso, lo que inevitablemente altera su dirección, llevándolo a un resultado diferente del deseado.” Y afirma también: “La salida está en la inteligencia, en la plasticidad conductual frente a un mundo cambiante, en la disposición a soltar la creencia de que la eficiencia y efectividad de la realización de una tarea o proceso dependen del apego a lo planeado”.

Me gusta recordar el pensamiento del Maestro porque así fue que me relacioné con estos jóvenes que hoy egresan de su escolaridad secundaria, y que fueron mis alumnos. Al despojarme de mis expectativas sobre lo que ellos tenían que cumplir o llegar a ser, pude escuchar y reflexionar libremente sobre lo que lo que a ellos se les ocurría expresar. Y fue muy agradable.

Y como estos graduados de hoy están seguramente cansados de mis palabras. En gran medida porque seguramente no he superado sus propias expectativas sobre mí. Elijo dirigirme en primer lugar a quienes todavía no cansé o aburrí tanto, como a sus padres, y en general a sus adultos.

Cuando uno se tiene que expresar en ocasiones como ésta, para despedir a un grupo que egresa de la escuela media, se espera (se tiene la expectativa) que se haga una necesaria referencia al futuro de los graduados. Futuro que a los adultos responsables de éstos jóvenes nos lleva, no en pocas ocasiones, a quitar el sueño y hasta angustiar bastante. También debido en gran parte a las expectativas que tenemos sobre ellos y su futuro.

Bueno cumpliré en parte tal expectativa, y les diré que soy de los que cree que el futuro, tanto el de éstos chicos como el nuestro, es aquello que nosotros pensamos que puede ocurrir. Pero no sabemos si realmente ocurrirá. Por ello prefiero pensar que hablar del futuro de estos chicos es hablar de su presente. De cómo están y sobre que hacen, hoy en el presente.

Convivír con estos jóvenes graduados de hoy -a los que considero parte de la generación más brillante y con más talentos que ha vivido en nuestro planeta, porque tienen más conocimientos, y más recursos, que cualquier otra generación, siendo dramáticamente palpable la capacidad que tienen de hacer casi cualquier cosa que se les ocurra. me permitió gestar el convencimiento de que su futuro es el presente que viven- me permitió observar que ya hoy enfrentan suficientes desafíos sin necesidad de pensar en el mañana, y que cada día, toman decisiones que los comprometen, que les generan interés, y en ocasiones hasta mucha más angustia que conocer que harán el año entrante por ejemplo con sus estudios terciarios.

Pero con nosotros, sus padres, ocurre lo mismo. Las preocupaciones de la mayoría de los padres son apremiantes hoy mismo. Por ejemplo cuando nos preguntamos sobre qué decisiones tomará nuestro hijo al salir hoy por la puerta y lo perdamos de vista.

No obstante, nos preocupa la ilusión del futuro y seguramente no podemos dejar de preguntarnos, qué tipo de mundo les espera y cual será el rol de nuestros hijos en ese mundo. Teniendo en cuenta que no es necesario ser un visionario para prever que ese mundo será una aventura sin igual a otra anterior, y especialmente distinta a la que hemos vivido nosotros, los adultos.

Un mundo actual en el que el conocimiento de datos por sí mismos, aunque imprescindible, ya no marca la diferencia entre las personas que consiguen tener éxito y las que no. Y en el que los ejemplos determinan que el éxito hoy no sólo tiene que ver con profundos conocimientos adquiridos por medio de la mejor educación formal, sino que mucho del éxito actual esta relacionado con la personalidad adecuada. Con la capacidad creativa, con la capacidad de análisis, con el talento para anticiparse y adaptarse a lo cambios, y fundamentalmente con una notable capacidad para relacionarse con los demás.

Por ello, sugiero que nos olvidemos del futuro por un momento y observemos lo que sucede en el presente.

Estoy convencido de que cada uno de estos graduados, deja el colegio secundario con una base de conocimientos en su memoria, y con una muestra de las competencias y cualidades en su personalidad, que son necesarias para poder superar los desafíos que se les planteen, en éste o cualquier mundo. Y estoy convencido de ello porque ya utilizan esos recursos hoy!

Estos jóvenes graduados están tomando ya hoy, todos los días, decisiones acertadas. Cada uno, en su medida, y según su individualidad, ya es capaz hoy de tomar decisiones relacionadas con los aspectos básicos de su vida. Ellos, además de utilizar conocimientos, son capaces de percibir que valen la pena, son capaces de hablar con confianza de sus necesidades, de relacioanarse con los demás, y son absolutamente capaces de albergar sueños y de desearlos apasionadamente.

Y ello es para mí un serio indicio de que estamos en presencia de un grupo de jóvenes, que si lo desean apasionadamente, serán sin duda parte de los adultos exitosos del siglo 21.

Ahora, finalmente, deseo dirigirme a mis ya ex alumnos y hacerles un par de sugerencias, y un recordatorio.

Les sugiero que aquello que sueñen y deseen hacer, siempre lo intenten realizar. Que lo intenten, intenten y vuelvan a intentarlo si es necesario; porque los éxitos guardan una proporción directa con la perseverancia. Y porque además, en tanto se intenta, siempre se aprende algo de ejercitar la fuerza de voluntad.

Les sugiero también, que mientras tanto intentan, no renuncien ni por un instante a su bien-estar o felicidad.  Y tengan especialmente en cuenta que el vivir una buena visda no tiene mucho ver con que todo lo que realicen o emprendan les salga bien. Sino que estará directamente relacionado con que logren vivir en armonía con las circunstancias de la vida; con todo aquello que les toque vivir. Como me recuerda siempre una tía mía, “Vivir la vida no es sobrevivir a una tempestad, sino saber cómo BAILAR BAJO LA LLUVIA”

Y por último les recuerdo que no olviden llevar consigo el marcador indeleble del que siempre les hablé en nuestras charlas, y fundamenetalmente no olvidar como se utiliza y porqué.

Los dejo deseándoles desde mi corazón todo lo mejor. Y que bailen bajo la lluvia por siempre!

Los quiero mucho y fundamentalmente creo en cada uno de ustedes.

Daniel Olguin.

Diciembre de 2014.

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Hay colaboración si no competimos.

Haz click aquí!: Dalí y Disney Juntos!

Veremos a dos artistas trabajando juntos para crear algo mas grande que ellos mismos en particular.

Para que haya colaboración, tiene que haber mutuo respeto, sin competencia. Un hacer juntos en la esencia de querer estar ahí en una relación de confianza mutua.

El objetivo de producción comenzó en 1945, 58 años antes de su finalización y fue una colaboración entre Walt Disney y el pintor surrealista español Salvador Dalí.

La obra del pintor Salvador Dalí era preparar una secuencia de seis minutos que combina animación con bailarines en vivo y efectos especiales para una película con el mismo formato de “Fantasía”, el éxito de Disney.

Las escenas mezclan una serie de pinturas surrealistas de Dalí y la metamorfosis con el baile de los personajes de Disney.

El video cuenta la historia de Chronos, la personificación del tiempo y la imposibilidad de realizar su deseo de amar a un mortal.

Dalí trabaja con los personajes de Disney que luchan contra el tiempo, el reloj de sol gigante que emerge de la gran cara de piedra de Júpiter y que determina el destino de todas las novelas humanas.

La trama del video fue descrito por Dalí como “Una pantalla mágica del problema de la vida en el laberinto del tiempo.”

A su vez, Walt Disney dijo que era “una simple historia sobre una joven en busca del amor verdadero.”

Peinsa bien y Saldrá bien!

D.O.

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Usar motocicletas conduce a un envejecimiento más saludable.

Conducir una motocicleta es un buen ejercicio para el cerebro. Además de ayudar a reducir el estrés. Y llevarnos a un mejor envejecimiento.

%</pConducir motocicletas significa poner en juego, habilidades sensitivas y motoras de nuestro organismo, pero además capacidades emocionales fundamentales involcucradas con el amor y el respecto a sí mismo y con la responsabilidad.

Pero asimismo además, conducir motocicletas interviene positivamente en la gestión del estrés, y lleva a un mejor envejecimiento.

Asi lo demuestran las conclusiones de un estudio científico realizado con motociclistas de entre 40 y 50 años.

En concreto los científicos sostienen que la concentración adicional necesaria para operar una motocicleta contribuye al aumento de los niveles generales de la función cerebral.

El estudio realizado por el Dr. Ryuta Kawashima (neurofisiologo y diseñador del software “Brain Training” y otros juegos disponibles para Nintendo DS, además de motociclista), observó la relación entre los conductores de motocicletas y la mente humana.

En los experimentos de Kawashima participaron motociclistas  (promedio 45 años) que no habían tomado un paseo en moto por lo menos por 10 años. A quienes Kawashima pidió andar en motocicleta en diferentes condiciones, mientras que grabó sus actividades cerebrales. Separó a los motociclistas al azar en dos grupos y durante dos meses, unos retomaron el uso habitual de la moto para la vida diaria y los otros siguieron con sus coches o sus bicicletas, como hacían habitualmente.

“El grupo que volvió a las motos mejoró sus puntuaciones en los tests de funciones cognitivas”“Los datos nos muestran que podemos mejorar nuestras condiciones mentales simplemente usando la moto para movernos en nuestra vida diaria”, dice Kawashima.

En un test, que requería a los sujetos recordar una serie de números en orden inverso, el grupo de los re-motociclistas mejoró en un 50% en los dos meses, mientras que el de los que no volvieron a la moto se deterioró ligeramente. Además, los motociclistas habituales afirmaron que cometían menos errores en el trabajo y que se sentían más felices.

A su vez, un segundo estudio verificó sus investigaciones. Yamaha Motors, en forma conjunta con el Laboratorio de Kawashima en el Departamento de imagen funcional del cerebro, del Instituto de Desarrollo, Envejecimiento y Cáncer de la Universidad de Tohoku, Japón, experimentó sobre la relación entre los conductores de motocicletas y la estimulación cerebral.

Esta otra investigación de 2009-10, midió los cambios el el cerebro de los motociclistas a través del tiempo por medio de los datos recogidos a largo plazo. Y lo que el estudio reveló es que mientras se está conduciendo una motocicleta, esta cambiando la estructura física del cerebro del motociclista. “El cerebro dedica más espacio cortical a las funciones que su propietario utiliza con más frecuencia y encoge el espacio dedicado a las actividades llevadas a cabo raramente”.

“El cerebro del conductor se activa conduciendo motocicletas, en parte porque requiere un estado acentuado de alerta. Mientras que en un entorno cómodo, la mente y el cuerpo humanos se acostumbran a mantener un nivel bajo de actividad”, advierte kawashima. Quien concluye afirmando que “Nuestra conclusión final es que conducir motos puede llevar a un mejor envejecimiento”.

Piensa bien y saldrá bien.

D.O.

Fuente: http://www.fbi.idac.tohoku.ac.jp/fbi/?lang=en
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La visión es imaginación aplicada

Albert Einstein dijo que “La imaginación es más importante que el conocimiento”, y que “La imaginación es la visión anticipada de lo que atraerás a tu vida”.

 

A su vez , Laurens van der Post*, creador, cineasta y escritor de fama a mundial  dijo que: “Sin una visión todos sufrimos de una insuficiencia de datos. Miramos la vida con miopía, es decir, a través de nuestra propia lente, de nuestro propio mundo. La visión nos permite trascender nuestra autobiografía, nuestro pasado, para alzarnos por encima de nuestro recuerdo”.

La visión es imaginación aplicada, y debemos utilizarla para crear nuestra realidad, las cosas se crean dos veces: primero, son una creación mental; segundo, son una creación física. Aunque la mayoría de nosotros no imaginamos ni realizamos todo nuestro propio potencial, todos tenemos un poder y una capacidad inconmensurables para reinventar nuestra vida.

La visión, representa deseos, sueños, esperanzas, metas y planes. Pero estos sueños o visiones no son meras fantasías. Son una realidad aún no llevada a la esfera física, como el plano de una casa antes de que se construya o las notas musicales de una partitura que esperan a ser tocadas.

Quizá la visión más importante de todas sea desarrollar un sentido de nuestro propio destino, un sentido de nuestra misión y de nuestro papel singular en la vida, un sentido de propósito y de significado. Obtener este significado exige una profunda reflexión personal, plantearse preguntas profundas e imaginar. Por ello al evaluar nuestra propia visión personal, es bueno comenzar preguntémonos:

¿Aprovecha esta visión mi energía y mi talento singular?

¿Me ofrece una sensación de «vocación», de una causa digna de mi compromiso?.

Fuente: The 8th Habit. From Effectiveness to Greatness Publicado originalmente en inglés, en 2004, por Free Press, a División of Simón & Shuster, Inc., Nueva York

*VAN DER POST (1906-1996) fue escritor, granjero, soldado, prisionero de guerra, consejero político de jefes de estado británicos, profesor, filósofo, explorador y un gran defensor de los derechos humanos en Sudáfrica, su tierra natal. Fue un férreo opositor del apartheid y dedicó gran parte de su vida a mostrar al mundo el sentido y el valor de las culturas indígenas en la sociedad moderna. En los años cincuenta se dedicó a explorar el sudoeste de África y se adentró en la vida y las costumbres de los bosquimanos, de donde nacieron dos míticos libros de viajes, El mundo perdido del Kalahari (1958) yEl corazón del cazador (1961). Profundo conocedor de la realidad africana y su historia, es uno de los autores más prestigiosos de libros sobre el continente africano.
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