Navidad es nacimiento. Y si bien cada año nos refiere el nacimiento de Jesús, también invoca el renacimiento de cada uno de nosotros. Porque es a través de nosotros que la Navidad se manifiesta. La Navidad eres tú, soy yo, somos todos los que llevamos a la práctica nuestros pensamientos positivos y mantenemos una férrea disposición para una convivencia más ética.
Ética, como consciencia de las consecuencias que nuestras acciones tienen en la vida de otros seres humanos. Seres humanos que comienzan a importarnos cuando los miramos dándoles presencia. Cuando somos capaces de aceptarlos como legítimos otros para convivir.
Es decir, con amor.
¡Feliz Navidad!
¡Piensa bien y saldrá bien!