¡Felicidades!

Navidad es nacimiento. Y si bien cada año nos refiere el nacimiento de Jesús, también invoca el renacimiento de cada uno de nosotros. Porque es a través de nosotros que la Navidad se manifiesta. La Navidad eres tú, soy yo, somos todos los que llevamos a la práctica nuestros pensamientos positivos y mantenemos una férrea disposición para una convivencia más ética.

Ética, como consciencia de las consecuencias que nuestras acciones tienen en la vida de otros seres humanos. Seres humanos que comienzan a importarnos cuando los miramos dándoles presencia.  Cuando somos capaces de aceptarlos como legítimos otros para convivir.

Es decir, con amor.

¡Feliz Navidad!

¡Piensa bien y saldrá bien!

Esta entrada fue publicada en Contagiando valores, El Amar, La Convivencia. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *