Recuperación de la democracia (1983-1989)

Breve Historia de la Argentina
JOSÉ LUIS ROMERO
“Pérdida y recuperación de la República (1983/1989)
(Capítulo ha sido redactado por Luis Alberto Romero).

Durante 1982/1983, la sociedad argentina se ilusionó con las posibilidades de la recuperación democrática. En muchos ámbitos sociales, estudiantiles, gremiales o culturales hubo un renovado activismo, así como una coincidencia general en el reclamo por la vigencia de los derechos humanos y el retorno a la democracia. A diferencia de experiencias anteriores, donde el adversario era sistemáticamente tachado de enemigo, ahora el concepto de adversario se afirmó como valor político fundamental.

Todo ello se canalizó en una actividad política renovada. La afiliación a los partidos fue muy grande, y éstos remozaron su fisonomía. La gran renovación se produjo en la Unión Cívica Radical, en torno de Raúl Alfonsín. A diferencia de la mayoría de los políticos, Alfonsín se había mantenido lejos de los militares, y no había apoyado la aventura de Malvinas. Pero sobre todo, Alfonsín encarnó las ilusiones de la democracia, y la esperanza de doblegar con ella los escollos que desde hacía varias décadas impedían que el país lograra simultáneamente una forma de convivencia civilizada, una estabilidad política y la posibilidad de un crecimiento económico. Alfonsín afirmó que todo eso se podía conseguir con la democracia, y con esa propuesta ganó las elecciones de octubre de 1983, infligiendo al peronismo la primera derrota electoral de su historia.  Pero la ilusión por la restauración democrática ocultó entonces la magnitud de los problemas que el nuevo gobierno heredaba así como las limitaciones de su poder.

La relación con los militares resultó muy difícil debido al reclamo generalizado de la sociedad de investigar los crímenes cometidos durante la represión y sancionar a los responsables, y a la negativa de éstos a rever su actuación durante lo que ellos llamaban la “guerra antisubversiva”, y sus críticos calificaban de genocidio.

El presidente Alfonsín, que había participado activamente en las campañas en favor de los derechos humanos y había incorporado el tema a su campaña electoral, propuso distinguir entre quienes, desde el máximo nivel, habían ordenado y planeado la represión —los miembros de las Juntas Militares, a los que se enjuició—, quienes habían cumplido órdenes y quienes se habían excedido en ello, cometiendo delitos aberrantes. Igualmente propuso dar a las Fuerzas Armadas la oportunidad de que ellas mismas sancionaran a los responsables, aunque militares se negaban a admitir que hubiera algo punible en lo que entendían como una “guerra”. La sociedad, por su parte, sensibilizada por la investigación de la Conadep y la revelación cotidiana de los horrores de la represión, reclamó con firmeza el castigo de todos los responsables.

Durante 1985 se tramitó el juicio a los miembros de las tres primeras Juntas militares, que culminó con sanciones ejemplares. Los tribunales siguieron su acción y citaron a numerosos oficiales implicados en casos específicos, lo cual produjo la reacción solidaria de toda la corporación militar en defensa de sus compañeros, particularmente oficiales de baja graduación, que —según estimaban— no eran responsables sino ejecutores de órdenes superiores. Un primer intento de encontrar una salida política a la cuestión —la llamada ley de Punto Final— fracasó, pues no detuvo las citaciones a numerosos oficiales de menor graduación. En los días de Semana Santa de 1987 un grupo de oficiales se acuarteló en Campo de Mayo y exigió lo que denominaban una solución política. El conjunto de la civilidad, así como todos los partidos políticos, respondió solidarizándose con el orden constitucional, salió a la calle, llenó las plazas y exigió que depusieran su actitud. La demostración fue impresionante, pero las fuerzas militares que debían reprimir a los rebeldes, que empezaron a ser conocidos como “carapintadas”, sin apoyarlos explícitamente, se negaron a hacerlo. El resultado de este enfrentamiento fue en cierta medida neutro. Luego de que el propio presidente fuera a Campo de Mayo, los rebeldes se rindieron, pero poco después, a su propuesta, el Congreso sancionó la ley de Obediencia Debida, que permitía exculpar a la mayoría de los oficiales que habían participado en la represión. Aunque este resultado no era sustancialmente distinto de lo que el presidente Alfonsín había propuesto a lo largo de su campaña —los principales responsables ya habían sido condenados— el conjunto de la civilidad lo vivió como una derrota y como el fin de una de las ilusiones de la democracia, incapaz de doblegar a un poder militar que seguía incólume.

El gobierno también se propuso democratizar la vida sindical y abrir las puertas a distintas corrientes de opinión, lo que suponía debilitar el poder de la dirigencia tradicional, casi unánimemente peronista, que había sido restaurada al frente de los sindicatos al fin del gobierno militar. La ley propuesta establecía el derecho de las minorías a participar en la conducción sindical, así como mecanismos de control de las elecciones; fue resistida exitosamente por los dirigentes sindicales, y luego de que la Cámara de Diputados la aprobó, el Senado la rechazó, por apenas un voto de diferencia. Desde entonces el gobierno debió lidiar con una oposición sindical encrespada. Saúl Ubaldini, secretario general de la C.G.T, encabezó trece paros generales contra el gobierno y su política económica, y aunque al principio no preocuparon demasiado, cuando se sumaron otros factores de intranquilidad la oposición de la C.G.T resultó inquietante. Finalmente el gobierno democrático renunció a doblegar el poder de la corporación sindical.

Los problemas económicos heredados por el gobiemo eran enormes: inflación desatada, déficit fiscal, alto endeudamiento externo, estancamiento de las actividades productivas, y una fuerte concentración, por la que algunos grupos empresarios poseían un amplio control de la vida económica.  A mediados de 1985, con el país al borde de la hiperinflación, el ministro de Economía Juan Sourrouille lanzó un plan económico, el Plan Austral, con el que logró estabilizar la economía sin causar recesión ni afectar sustancialmente ni a trabajadores ni a empresarios. Hubo buena voluntad de los acreedores externos y un vasto esfuerzo colectivo para detener la inflación. El plan resultó popular; y el gobierno obtuvo en 1985 un buen éxito electoral. Cuando la disciplina de la sociedad se afloió, reaparecieron las causas persistentes de la inflación, y con ellas la puja entre las grandes corporaciones, empresaria y sindical, por la defensa de su parte en el ingreso. Hacia 1987 el gobierno se propuso emprender el camino de las soluciones más profundas para el problema del déficit fiscal, apoyándose en el grupo de los empresarios más poderosos. Como en los casos anteriores, llegaba a su fin otra de las ilusiones de la democracia.

Frente al poder de las corporaciones tradicionales que no podía doblegar, el presidente Alfonsín trató de fortalecer su más sólido respaldo: la civilidad. Procuró que la sociedad discutiera las grandes cuestiones por resolver, desde el tema del autoritarismo al de la modernización política y la reforma del Estado, alimentó permanentemente el debate y desarrolló sus dotes pedagógicas y persuasivas. La suma de los fracasos parciales señalados, unida a la escasa ductilidad de su partido para acompañarlo, hicieron que perdiera la iniciativa. Los beneficiarios fueron en parte la derecha liberal, con las populares, aunque algo vacías, recetas del liberalismo económico, pero sobre todo el peronismo, donde un conjunto de dirigentes logró imponer al tradicional movimiento un nuevo rumbo. El peronismo renovador, que encabezaba Antonio Cafiero, desplazó de la dirección a los antiguos sindicalistas y políticos e impuso al partido una línea moderna, fuertemente comprometida con las instituciones democráticas y con las mismas banderas que Alfonsín no había podido defender exitosamente. En septiembre de 1987 el peronismo obtuvo una importante victoria electoral.

En los dos últimos años de gobierno el radicalismo no pudo recuperarse. A lo largo de 1987 los “carapintadas” protagonizaron dos nuevos episodios, que revelaron no sólo las profundas fracturas en el Ejército, sino también las dificultades del gobierno civil para controlar la institución.

Dentro del justicialismo, el grupo encabezado por Cafiero, que tenía importantes afinidades con el gobierno radical, resultó desplazado por una heterogénea alianza encabezada por el gobernador de La Rioja Carlos Menem, quien utilizó en la campaña electoral que lo consagró candidato presidencial, los recursos más tradicionales del peronismo. Para enfrentarlo, la U.C.R postuló al gobernador de Córdoba Eduardo Angeloz, con figura de buen administrador, pero sin la fuerza carismática que había tenido Alfonsín en 1983.

En los dos últimos meses de 1988, cuando la inflación volvía a ser fuerte, el gobierno lanzó un nuevo plan económico que debía frenarla hasta la época de las elecciones. Pero el plan Primavera, que se inició con escasísimos apoyos, se derrumbó cuando los acreedores externos retiraron su confianza al gobierno: a principios de 1989 sobrevino una crisis, y el país comenzó a conocer su primera experiencia de hiperinflación.

En ese contexto, en mayo de 1989 el candidato justicialista Carlos Menem se impuso con facilidad. Faltaban más de seis meses para la fecha prevista para el traspaso del mando, pero el gobierno, carente de respaldo político, jaqueado por los vencedores e incapaz de dar respuesta a la hiperinflación, optó por adelantar la fecha de entrega. De este modo un poco accidentado, se logró concretar la renovación presidencial, la primera desde 1938 que se realizaba según las normas constitucionales.

El nuevo gobierno, de manera sorpresiva, desechó totalmente lo que habían sido sus propuestas electorales, encuadradas en la tradición peronista, y adoptó sin reticencias el programa económico y político de la derecha liberal, incorporando al gobierno a sus dirigentes y a destacados miembros de los altos círculos económicos. En concreto, las transformaciones posteriores a 1989 empezaron a dibujar una Argentina sustancialmente distinta….

T.P.
En forma individual, en primer lugar, investigar los términos y frases que se resaltan en el texto. Y transcribir una síntesis explicándolos. Luego contestar las siguientes preguntas y fundar la opinión o conclusión a la que arriben.
  1. El presidente Alfonsín, propuso distinguir entre quienes, desde el máximo nivel, habían ordenado y planeado la represión —los miembros de las Juntas Militares, a los que se enjuició—, quienes habían cumplido órdenes y quienes se habían excedido en ello, cometiendo delitos aberrantes. ¿Estas de acuerdo con lo decidido por ese presidente? Si. No. ¿Porqué?
  2. ¿Crees que el juicio a los miembros de las tres primeras Juntas militares debió ser el final de las sanciones judiciales a los responsables por la represión ilegal? Si. No. ¿Porqué
  3. ¿Crees que dicho final debió haber sido la ley de Punto Final? Si. No. ¿Porqué
  4. ¿Crees que ese dicho final debió haber sido ley de Obediencia Debida? Si. No. ¿Porqué?
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Protegido: Recuperación de la Democracia. Parte 2 (1976/1983)

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“Existe un espacio entre el estímulo y la respuesta. Espacio donde residen nuestra libertar y facultad de elegir la respuesta. Y en esas elecciones residen nuestro crecimiento y nuestra felicidad.” S. Covey.*

 No somos sólo el producto de nuestro pasado o de nuestros genes, ni somos el producto del trato que nos dispensan los demás. Es indudable que todo ello influye en nosotros, pero no nos determinan. Sino que nos determinamos a nosotros mismos por medio de nuestras elecciones. Ahora bien, usar con sabiduría el don natural de la facultad de elegir significa elegir guiándonos no sólo por nuestra escala de valores, sino por valores alineados a principios o leyes naturales.

Nuestros valores suelen reflejar las creencias de nuestro medio cultural. Desde la niñez desarrollamos un sistema o escala de valores armado a partir de una combinación de influencias culturales, descubrimietnos personales y pautas familiares. Todo ello se transforma en los anteojos a través de los cuales miramos al mundo, de como juzgamos, elegimos prioridades, y nos comportamos. Mientras que  los principios funcionan obedeciendo a leyes naturales, independientemente de las condiciones de la cultura,  la tradición y la experiencia personal de cada uno. Los principios trascienden la cultura y la geografía. Son intemporales, permanecen inalterables y no cambian nunca. Están siempre presentes y actúan constantemente. Y además son indiscutibles.  

Gráficamente, los valores son subjetivos e internos de cada uno; son como mapas; y  los principios son el territorio que esos mapas intentan describir, siempre claro está,  según la influencia de nuestros condicionamientos. Por ello, cuanto mejor alineados estén nuestros mapas con los principios correctos –con el territorio real , con las cosas tal como son-, más precisos y útiles serán.

Pero además,  no podemos ignorar las leyes naturales, no tenemos otra opción salvo seguirlas, nos guste o no. Es inevitable. Observemos que si nos tiramos desde un edificio de diez pisos no podemos cambiar de idea cuando estemos a la altura del quinto piso. La gravedad -principio natural universal-manda. Y así, como la  ley natural de la gravedad influye en nuestro mundo físico,  nuestra eficacia personal se fundamenta en leyes propias de la condición  humana como la rectitud, la equidad, la justricia, la intregridad, la honestidad y la confianza. Por ejemplo, no podemos generar confianza si somos deshonestos con nosotros mismos y los demás.

O sea, las consecuencias de ignorar los principios son inevitables porque, si bien los valores controlan nuestra conducta, los principios controlan las consecuencias de nuestra conducta.

 

 

 

 

* Stephen R. Covey. Fue escritor y docente estadounidense.  Autor del prestigioso libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”. Fundador de «FranklinCovey Company», una compañía que ofrece sus servicios profesionales a nivel mundial y cuya especialidad consiste en la formación para la gestión de negocios, herramientas para aumentar la productividad, la gestión del tiempo.  Prácticamente ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza y practica de los preceptos que detalla en sus libros, de como vivir y liderar organizaciones y familias basándose (centrándose) en principios los cuales él sostiene, son universales y como tales son principios aceptados por las grandes religiones y sistemas éticos del mundo.

 

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Chau Stephen!!!

El Dr. Stephen R. Covey, Hoy 16 de julio falleció esta mañana debido a los efectos residuales de un accidente de bicicleta que sufrió el pasado mes de abril. Estaba en su 80 º aniversario.

El Dr. Covey tomó la decisión desde muy joven que su mayor contribución y el trabajo de su vida sería como un maestro. A partir de su papel como profesor universitario y luego como un autor de renombre internacional, conferencista y consultor, ha impactado las vidas de millones de personas en todo el mundo, desde estudiantes de los grados escolares y universitarios, a directores ejecutivos, y numerosos jefes de estado. Hizo de la enseñanza del “liderazgo centrado en principios” el trabajo de su vida.

Es el autor de varios libros aclamados, incluyendo el bestseller internacional “Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva”, el cual ha vendido más de 20 millones de copias en 40 idiomas en todo el mundo y considerado uno de los 10 libros de gestión más influyentes jamás escritos. No obstante el Dr. Covey Stephen realmente creía que el mayor trabajo que hacemos está dentro de las cuatro paredes de nuestros hogares y era un modelo de padre amoroso y comprometido.

Estoy seguro de que era uno de los grandes seres humanos en el mundo. Su impacto es incalculable y su influencia seguirá inspirando a las próximas generaciones.

Por mi parte, aprendí del Dr. Covey que uno aprende de sus Maestros pero más de sus Amigos. Y considero que él fue además de mi Maestro, mi Amigo. Me acompañó siempre desde que lo conocí por medio de su libro “Primero lo Primero” que llegó a mi en 1989. Y significó a partir de allí, un recurrente disparador de reflexiones que terminaron afirmando muchas de mis conductas positivas. Su influencia en lo mejor de mi es innegable, palpable y verificable por cualquiera que me conoce y me quiere. Lo admiré!,  fue fuente de constante inspiración como docente y persona de bien.  Y lo recordaré toda mi vida.

Gracias Dr. Covey.

Chau Stephen!!!

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El niño y el trabajo

¿Qué se entiende por trabajo infantil?

En el marco de su trabajo, los niños realizan una gama muy amplia de tareas y actividades. Existen diferencias considerables entre las numerosas formas de trabajo realizadas por niños. Algunas son difíciles y exigentes, otras, más peligrosas e incluso reprobables desde el punto de vista ético.

Pero no todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que se ha de eliminar. Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización se considera positiva. Entre otras actividades, cabe citar la ayuda que prestan a sus padres en el hogar, la colaboración en un negocio familiar o las tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero de bolsillo. Este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el bienestar de la familia; les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.

El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Así pues, se alude al trabajo que:

  • es peligroso y prejudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño; e
  • interfiere con su escolarización puesto que:
  • les priva de la posibilidad de asistir a clases;
  • les obliga a abandonar la escuela de forma prematura, o
  • les exige combinar el estudio con un trabajo pesado y que insume mucho tiempo.

En las formas más extremas de trabajo infantil, los niños son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o abandonados a su suerte en la calle de grandes ciudades (con frecuencia a una edad muy temprana).

Cuándo calificar o no de “trabajo infantil” a una actividad específica dependerá de la edad del niño o la niña, el tipo de trabajo en cuestión y la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza, y los objetivos que persigue cada país. La respuesta varía de un país a otro y entre uno y otro sector.

Las peores formas de trabajo infantil.

El 1° de junio de 1999 la Conferencia General de la OIT adoptó el Convenio
N° 182 de la OIT, en el cual quedan determinadas las peores formas de trabajo infantil. Nuestro país aprobó dicho convenio mediante la Ley N° 25.255, promulgada por el Decreto N° 609/00. La ratificación (sin reserva) se instrumentó el 6 de febrero de 2001 y entró en vigor el 6 de febrero de 2002. Este Convenio considera como peores formas de trabajo infantil a:

  • Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.
  • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas.
  • La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes.
  • El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

Las formas de trabajo mencionadas en los primeros tres incisos se encuentran en nuestro país encuadradas como figuras delictivas, con lo cual ya se encuentran prohibidas. Sin embargo, el inciso d) considera como peores formas de trabajo infantil, al que por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo daña la salud, la seguridad o la moralidad de los niños y niñas. Resulta difícil detectar un trabajo realizado por un niño o niña que no implique algunos de los estados mencionados, por lo que debemos entender que todas las formas de trabajo infantil constituyen una “peor forma”.

 

 

 

 

 

 

 

 

Trabajo de Investigación:

 

Cada equipo deberá presentar una monografía y exponer oralmente en clase sobre los siguientes temas:

  1. ¿Qué es trabajo infantil?. Tipos de trabajo que desempeñan los niños. Breve historia del trabajo infantil. (TOMAS MASSAD Y SREBRNIC IVÁN).
  2. Las peores formas del trabajo infantil. Los dos tipos de peores formas de trabajo infantil. Las peores formas en los países desarrollados. (CARLA MATTEOLI Y MARCELO GARCÍA).
  3. Causas del trabajo infantil. El rol de la pobreza. Factores familiares que influyen para que los niños trabajen. (EVELYN TABBASO Y GUILLERMO AIELLO).
  4. Educación y trabajo infantil. Los vínculos entre trabajo infantil y educación. (RODRIGUEZ MARTINA Y  PAMELA VIGNATI).
  5. Las niñas y el trabajo infantil. Diferentes tipos de trabajo infantil de niñas. Desventajas de las niñas en la educación. (SOFIA VALLORY Y ERNESTO MORRONE).
  6. Trabajo infantil en la argentina. ¿Trabajamos para su erradicación y prevención? ¿Cómo?. Programa Nacional de Acción en Materia de Trabajo Infantil. (SOFIA BONATO Y SOFIA CANO LASO.
  7. La investigación sobre el trabajo infantil. ¿Como detectar trabajo infantil? (Florencia SANCHEZ Y ALEJANDRO GARCÍA).
  8. Acciones de gobiernos y organizaciones internacionales. El rol de las instituciones gubernamentales. La importancia de la legislación nacional. Cuestiones de cumplimiento de la ley. El rol de las organizaciones internacionales. (MANUELA IRALE Y EMILIANO GADDA).
  9. “¿Qué puedo hacer yo contra el trabajo infantil?”. El rol de las personas. Activismo estudiantil en contra del Trabajo Infantil. (JUAN VENTURINO Y FACUNDO ARMAS).

 

Bibliografía Obligatoria:

Manual sobre Trabajo Infantil.

DESCARGAR EN:  Trabajo infantil: un manual para estudiantes

Fuentes sugeridas :

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20 de Junio. También el día del primer padre y precursor de la educación argentina.

“Los niños miran con fastidio las escuelas, es verdad, pero es porque en ellas no se varía jamás su ocupación; no se trata de otra cosa que de enseñarles a leer y escribir, pero con un tesón de seis o siete horas al día, que hacen a los niños detestable la memoria de la escuela, que a no ser alimentados por la esperanza del domingo, se les haría mucho más irascible este funesto teatro de la opresión de su espíritu inquieto y siempre amigo de la verdad. ¡Triste y lamentable estado el de nuestra pasada y presente educación!”

(párrafo de la Memoria que leyó el licenciado don Manuel Belgrano abogado de los Reales Consejos y Secretario por su Majestad del Real Consulado de esta capital en la sesión que celebró su Junta de Gobierno el 15 de Julio del año 1796).

El 20 de Junio es el Día de la Bandera y es el Día de la Muerte de Manuel Belgrano fundiendo la conmemoración del día de nuestra insignia nacional con el recuerdo solemne de éste gran hombre de nuestra historia.

Por ello es importante recordar que Manuel Belgrano fue mucho más que el creador de la Bandera. Fue un soñador y revolucionario que invirtió todo su capital económico y humano en la Revolución. Pero además fue un funcionario público (Revolucionario y adelantado a su tiempo por cierto, según el párrafo transcripto anteriormente) que aspiró para Argentina una educación superior experimental y práctica; que valoró la educación artística como medio para enriquecer el acerbo cultural de los ciudadanos de una república por nacer; y que confió en el poder de la educación para la dignificación del hombre y para la solución de sus problemas sociales.

En definitiva, durante toda su vida, sea en gestión pública o no, Belgrano se interesó siempre por la educación en los distintos niveles, y fue además un precursor en fomentar la educación femenina. Desde su labor como secretario del Consulado, a partir de 1794 hasta los sucesos revolucionarios de 1810 propuso que los niños aprendan las primeras letras, conocimientos matemáticos básicos junto con el catecismo, para luego ser admitidos por los Maestros menestrales, quienes les enseñarían su oficio, teniendo éstos la obligación de mandarlos a la Escuela de dibujo. Propició la creación de una Escuela Práctica de Agricultores y otra de Comercio.
 Y ayudó al desarrollo de la Escuela de Dibujo y de la Escuela de Náutica, ambas, creadas en 1799. Para  Belgrano fue importante también la educación femenina, para que las niñas y mujeres pudieran tener una mayor participación social y propuso la creación de escuelas gratuitas para niñas, en donde se les enseñaría a leer, escribir, bordar, coser, etc., para combatir en ellas la ociosidad, y hacerlas útiles en su hogar, y permitirles ganarse la vida en forma decorosa y provechosa.

Luego, en el año 1813 y ya en su función de militar revolucionario, al recibir dinero por el triunfo de las batalla de Salta y Tucumán lo dona para la creación de escuelas en Tarija, Jujuy, y Santiago del Estero. Dinero que jamás llegó a su destino  y que Belgrano reclamó hasta los últimos días de su vida a los fines de que sea aplicado para la construcción de escuelas, a pesar de morir en la mas absoluta probreza.

Fuentes:
www.elhistoriador.com.ar
Manuel Belgrano: la actualidad de su pensamiento. Felipe Pigna, Clarín, 20 de junio de 2005.
Publicado en La Convivencia, La Educación para un mañana desconocido., La Vocación. | Deja un comentario

Seguir la secuencia: ¡Lo entiendo!, ¡Me encanta!, ¡Lo quiero!, ¿Donde está? puede dirigirnos a nuestra Vocación.[i]

Nacemos con grandes talentos naturales, aunque a medida que pasamos más tiempo en el mundo perdemos el contacto con muchos de ellos. El resultado es que hay demasiada gente que nunca conecta con sus verdaderos talentos naturales y, por tanto, no es consciente de lo que en realidad es capaz de hacer. Por lo tanto son muchas las personas que carecen de una verdadera percepción de sus talentos individuales y lo que les apasiona. Que no disfrutan de lo que hacen, pero que tampoco tienen idea de lo que les satisfaría.

En todas partes hay estudiantes que se preguntan qué harán en el futuro y que tampoco saben por dónde empezar. Hay padres preocupados que intentan orientarlos, aunque a menudo lo que hacen es alejarlos de sus verdaderas aptitudes porque dan por sentado que para alcanzar el éxito sus hijos tienen que seguir caminos convencionales y por ellos conocidos.

Por otra parte, están las personas que tienen mucho éxito en diversos campos, que les apasiona lo que hacen y que no pueden imaginarse haciendo otra cosa. Estas personas reconocieron sus talentos únicos y se ganan la vida haciendo aquello que les apasiona.

Y lo sorprendente es que a menudo sus trayectorias no son lineales o convencionales. Sus caminos están llenos de imprevistos, giros y sorpresas. Y en general, sus historias no son un cuento de hadas. Todas estas personas han tenido una vida complicada y llena de retos. Sus trayectorias personales no han sido fáciles ni sencillas, han sufrido fracasos y celebrado éxitos.

Pero todas ellas poseen un denominador común: las personas que alcanzan el éxito y la satisfacción personal por lo que hacen para obtenerlo, han descubierto aquello que de forma natural les sienta bien y les entusiasma hacerlo. Lo que los hace especiales es que han descubierto lo que les encanta hacer y están haciéndolo.

Por eso, todo depende de que descubramos cuáles son nuestras habilidades y pasiones personales. Encontrar y desarrollar nuestras fuerzas creativas es parte fundamental para llegar a ser quienes somos. Y no sabremos lo que podemos llegar  a ser hasta que no sepamos lo que somos capaces de hacer.

Por lo tanto, un buen comienzo es comprender el alcance de nuestras posibilidades, y la capacidad  hacer crecer, cambiar y renovar ese potencial. Todos nacemos con una capacidad extraordinaria para la imaginación, la inteligencia, las emociones, al intuición, la espiritualidad y con conciencia física y sensorial. Pero además poseemos un permanente potencial para renovarnos.

Los exitosos encontraron aquello para lo que estaban hechos  e invirtieron un tiempo y un esfuerzo considerables para dominar los cambios en sus profesiones. Pero además, son creativos, tanto que si el mundo se volviera del revés, descubrirían la forma de utilizar sus habilidades para acomodarse a estos cambios.

Ahora bien, reflexionemos sobre la siguiente secuencia para ayudarnos a saber qué buscar y qué hacer.

¡lo entiendo!; ¡me encanta!; ¡lo quiero!; ¿donde esta?

“Lo entiendo” (Talento) Es la facilidad natural para hacer una cosa; es una percepción intuitiva o una comprensión de qué es algo, como funciona y como utilizarlo.

“Me encanta”. (Pasión) No es solo una cuestión de capacidad natural. Hay personas que por naturaleza son buenas para algo pero que no sienten que ese algo sea la vocación de sus vidas. Entoncess, se necesita algo mas: ¡Apasionarnos!. Encontrar gran deleite y placer en lo que hacemos.

“Lo quiero”. (actitud) A menudo las personas que aman lo que hacen se describen a sí mismas como afortunadas.  Y las que no logran el éxito consideran no que han tenido mas suerte. En realidad lo aleatorio y accidental tiene su parte en la vida de todo el mundo. Pero tener suerte o no depende de algo mas que la mera casualidad. Con frecuencia las personas que triunfan comparten actitudes de perseverancia, confían en sí mismos, el optimismo, la ambición y el sentimiento de frustración.

“¿Dónde está?”.(Oportunidad) Si no se dan las oportunidades adecuadas es posible que nunca lleguemos a saber cuales son nuestras aptitudes o hasta donde podrían llevarnos. Las aptitudes no llegan hacerse patentes a menos que tengamos la oportunidad de utilizarlas. Depende de las oportunidades que tenemos, de las que creamos, de si las aprovechamos y de cómo lo hacemos. No perdamos de vista que la forma de percibir nuestras circunstancias, así como la de crear y aceptar las oportunidades depende, en gran medida, de lo que esperamos de nosotros mismos.

¿Qué esperas de ti mismo?


[i] Del Libro. “El Elemento” de Ken Robinson. Ed. Grijalbo.
Ken Robinson llama “El Elemento” al lugar donde convergen las cosas que nos gusta hacer y las cosas que se nos dan especialmente bien. El Elemento es el punto de encuentro entre las aptitudes naturales y las inclinaciones personales. Las personas exitosas tiene en común que hacen lo que les gusta  y al hacerlo se sienten realmente ellos mismos. Les parece que el tiempo transcurre de manera diferente y se sienten mas vivos, mas centrados y llenos de vida que en cualquier otro momento.
Ken Robinson es un experto internacional en el desarrollo de creatividad, innovación y recursos humanos aplicados al mundo de los negocios. Sir Robinson es asesor principal del Presidente del J. Paul Getty Trust en Los Ángeles. En 2003 fue nombrado caballero por la Reina de Inglaterra por sus servicios al Arte. Antes de trasladarse a EE.UU., fue votado como “Business Speaker” del año 2003 por más de 200 compañías europeas globales. En 1998 fue designado Ministro de Educación y Empleo para dirigir la mayor investigación gubernamental sobre creatividad y economía. Sir Ken Robinson sostiene que no es el talento natural lo que nos impulsa hacia el éxito personal. Lo que nos ayuda es una delicada interacción entre talento, pasión, actitud y oportunidad que nos llevan a alcanzar nuestros niveles más altos de éxito y nos proporcionan un significado y un propósito.
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El retorno de la democracia . (1972/1976)

El retorno de Perón a la presidencia sólo se produjo después de una serie de complejas peripecias. El presidente Lanusse fracasó en imponer su propia candidatura, que presentaba como transaccional entre las Fuerzas Armadas y Perón, pero logró proscribir al líder exiliado, quien entonces designó como candidato vicario a Héctor Cámpora. Éste, que manifestaba una incondicional solidaridad con el líder, suscitó a la vez fuertes simpatías entre los sectores juveniles y radicalizados del peronismo, nucleados en la llamada “tendencia revolucionaria”. Los jóvenes dieron el tono a la agitada campaña electoral, realizada bajo el lema de “dependencia o liberación”, que culminó con el triunfo electoral del peronismo. Las nuevas autoridades asumieron el 25 de mayo de 1973, con la simbólica presencia de los presidentes de Chile y Cuba, Salvador Allende y Osvaldo Dorticós, rodeados de una inmensa muchedumbre que escarneció a los jefes militares.[1]

Después de dieciocho años, la voluntad popular podía consagrar, con plena libertad, un gobierno constitucional que expresaba, a la vez, el deseo impreciso pero imperioso de transformaciones profundas. Durante esos años se asistió a una verdadera “primavera de los pueblos”, llena de esperanzas vagas e indefinidas. Desde 1969 la movilización popular no sólo había jaqueado al régimen militar sino desafiado de distintas maneras el orden establecido. Muchos procuraron imponerle una dirección. Los partidos políticos, débiles y hasta raquíticos debido a la larga falta de funcionamiento pleno de las instituciones representativas, fueron incapaces de hacerlo; en cambio lo lograron una serie de organizaciones políticas y armadas, nacidas en la lucha contra el régimen militar, al que enfrentaron por medio de acciones de guerrilla urbana. De los varios “ejércitos” que operaron, realizando acciones militares espectaculares que eran miradas con simpatía por buena parte de la población, los que mejor lograron arraigar en el movimiento popular fueron los Montoneros. Se trataba de un grupo de origen nacionalista y católico al que pronto se sumaron sectores provenientes de la izquierda, que sobresalió por su capacidad para asumir el discurso y las consignas de Perón, combinarlas con otras provenientes del nacionalismo tradicional, del catolicismo progresista y de la Izquierda revolucionaria, y a la vez movilizar y organizar a distintos sectores: estudiantes, trabajadores o moradores de barrios marginales. A través de distintas organizaciones, Montoneros combinó la acción militar con la específicamente política; en ella sobresalió la Juventud Peronista, detrás de la cual se congregaron los amplios sectores para quienes Perón era la encarnación de un proyecto revolucionario, en el que la liberación nacional debía llevar a la “patria socialista“. Fueron estos sectores juveniles los que rodearon al presidente Cámpora y ocuparon importantes posiciones de poder hasta que, dentro mismo del peronismo, se generó un vigoroso movimiento en su contra. El 20 de junio de 1973, el día en que Perón volvía definitivamente al país, y cuando una inmensa multitud se había congregado en Ezeiza para recibirlo, ambos sectores protagonizaron una verdadera batalla campal, que dejó muchos muertos. Poco después, Cámpora era forzado a renunciar, y luego de un breve interludio, unas nuevas elecciones generales consagraron, de manera abrumadora, la fórmula presidencial que reunía al general Perón y a su esposa María Estela Martínez. El conflicto interno del peronismo se desplegó con toda su fuerza. Frente a quienes proclamaban la bandera de la patria socialista, otro sector levantaba la de la “patria peronista”, combinando la aspiración al retorno de la bonanza de décadas anteriores con posiciones, tradicionales en el peronismo, decididamente adversas a las ideas de izquierda. Ambos sectores compitieron por el poder y por el control de las movilizaciones callejeras, y ambos recurrieron a la violencia, al terrorismo y al asesinato. Fue claro que Perón, quien en su anterior lucha con los militares había respaldado a los jóvenes, repudiaba ahora su forma de acción, sus consignas y propósitos, se inclinaba por los sectores más tradicionales del partido y se ocupaba de desalojar a los sectores juveniles peronistas de posiciones de poder. El enfrentamiento culminó el 1° de mayo de 1974, cuando en el tradicional acto peronista de la Plaza de Mayo, el veterano líder los denostó y aquéllos respondieron abandonando la Plaza y, simbólicamente, el movimiento.  Los partidos de oposición, empeñados en apoyar al gobierno constitucional, no interfirieron ni en este conflicto ni en el otro, más sordo, de Perón con los sindicatos. [2]

La política económica que ejecutó su ministro de Economía, el empresario José Gelbard, fue decididamente moderada, y lejos de las consignas socialistas de algunos de sus seguidores, apuntó a fortalecer el desarrollo capitalista. Se propuso expandir el mercado interno, ampliar las exportaciones industriales y estimular al sector de empresas nacionales, pero sin hostilizar a las extranjeras. La eliminación de la inflación, que era una cuestión clave para cualquier proyecto de desarrollo, debía lograrse mediante un amplio Pacto Social, en el que empresarios y trabajadores renunciaran a su tradicional puja por el reparto del ingreso y aceptaran el papel arbitral del Estado. Pero luego de los primeros éxitos, la reaparición de la inflación impulsó a los trabajadores a acentuar sus reclamos, obligando a Perón a poner en juego toda su autoridad para salvar la concertación. El 12 de junio de 1974, en su última aparición en público, reclamó de unos y otros el cumplimiento de los acuerdos. Poco después, el 1° de julio, el anciano líder fallecía. Su viuda, María Estela, que asumió la presidencia, no tenía ni la misma capacidad ni similar autoridad, y los conflictos se hicieron más agudos. José López Rega, que había sido secretario privado de Perón y luego ministro de Bienestar Social, y a quien se sindicaba como el poder oculto del gobierno, organizó grupos clandestinos dedicados a asesinar dirigentes opositores, muchos de los cuales eran activistas sindicales e intelectuales disidentes, no enrolados en las organizaciones guerrilleras. Montoneros respondió de la misma manera, de modo que la violencia creció de manera irrefrenable, ante la inacción de un gobierno que renunciaba al monopolio de la fuerza. Por otra parte, y frente a una inflación agudizada, el gobierno se lanzó a un drástico plan de ajuste económico, que incluyó una fortísima devaluación y aumento de tarifas públicas, conocido como “rodrigazo”, en alusión al ministro de Economía Celestino Rodrigo, acólito de López Rega. Los sindicalistas respondieron enfrentando con energía al gobierno y lograron un aumento similar, con lo que los efectos esperados del “rodrigazo” se perdieron, pero la economía entró en una situación de elevada inflación y descontrol.[3]

Una organización armada no peronista, el Ejército Revolucionario del Pueblo, logró por entonces asentarse en un sector de la provincia de Tucumán, donde anunció la constitución de una “zona liberada”, y el Ejército inició una operación formal para desalojarlo. Poco después, los jefes militares imponían el alejamiento de López Rega. Era evidente que el gobierno civil había perdido el dominio de la situación. Un intento de encontrar una salida dentro del orden constitucional —la renuncia de la presidente y su reemplazo por el senador Luder, presidente del Senado— fracasó. Poco después, la crisis económica y política combinadas creaban las condiciones para que las Fuerzas Armadas desplazaran a la presidenta y se hicieran cargo del poder, sin oposición y hasta con el aliviado consentimiento de la mayoría de la población. El 24 de marzo de 1976 asumió el mando la Junta Militar, formada por los comandantes de las tres Armas, que designó presidente al general Jorge Rafael Videla. [4]

Fuente: Breve Historia de la Argentina. JOSÉ LUIS ROMERO. “Pérdida y recuperación de la República (1973/1996)” (Capítulo ha sido redactado por Luis Alberto Romero).

[1] Investigar y responder: 1) ¿Es correcto llamar a Lanusse como presidente? Si. No. ¿Porque?. 2) ¿Porqué los jefes militares se pudieron sentir escarnecidos por la presencia de los presidentes de Chile y Cuba, y la muchedumbre que los rodeó?

[2] Investigar y responder: 3) ¿A que situación de refiere el autor cuando dice que a la anterior lucha de Perón con los militares?. 4) ¿Porqué Perón había respaldado  a los jóvenes que ahora le daba la espalda?

[3] Investigar y responder: 5) ¿Porque la a situación descripta en el párrafo derivó en una situación de elevada inflación?

[4] Investigar y responder: 6) ¿Porqué la presidenta Martínez de Perón fue sucedida en el cargo por un Senador, y no por el vicepresidente?

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Todos tenemos la capacidad de ser CREATIVOS!

“..Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario? Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?.” [i]

Dice Ken Robinson[ii] que todos poseemos uno o varios talentos, y que todos tenemos la capacidad de ser creativos. A pesar de que la mayoría de las personas viven sin saberlo, convencidos muchas veces de que el creativo es aquel que sabe componer melodías, o escribir una poesía; todos tenemos facultades creativas que podemos desarrollar. Todos en definitiva, tenemos la posibilidad de generar ideas originales que aporten valor.

Además, se puede ser creativo y no actuar con inteligencia. Del mismo modo, la forma mas elevada de inteligencia consiste en pensar en forma creativa. La inteligencia y la creatividad van de la mano. Sucede que en general se parte de ideas erróneas sobre la creatividad.

Una de ellas es que todo se basa en dejarse ir, que ser creativo es hacer cualquier cosa que se te pase por la cabeza. Pero en realidad, la creatividad es un proceso muy práctico. Exige un hacer, hay que hacer algo, hay que trabajar con algo. Y hasta debemos equivocarnos. Nunca haremos nada original si no estamos preparados para equivocarnos. Pero para equivocarnos, debemos hacer.

Se puede ser creativo con cualquier cosa: ser un matemático muy creativo y también ser un químico creativo, un entrevistador creativo, un profesor creativo, un académico creativo, un músico creativo, un alumno secundario creativo… Se puede ser creativo con cualquier cosa que implique inteligencia. Pero, hay que poder controlar los materiales con los que se trabaja, para obtener los efectos que nos interesan y seguir el camino que nos hemos fijado.

Otra idea equivocada es creer que la creatividad se limita a las personas “especiales”, y no es así. Decir que no se es creativo, es como cuando alguien dice que no sabe leer. Cuando alguien dice eso, no es que sea incapaz de leer y escribir, sino que no ha aprendido a hacerlo todavía, que todavía no ha estudiado lo necesario, o que nadie se lo ha enseñado. Por lo tanto cuando alguien dice que no es creativo, simplemente significa que no ha estudiado lo que corresponde y que no lo ha practicado.

Y la tercera idea errónea es que no se puede hacer nada al respecto. Pero en realidad se pueden hacer muchísimas cosas: Se puede enseñar a la gente a ser más creativa, también desde la escuela, diseñando entornos donde cada niño y joven pueda encontrar la inspiración necesaria para desarrollar su creatividad. Enseñar tan meticulosamente como se enseña a leer o las matemáticas, y no solamente en las disciplinas artísticas, sino en la ciencia y en las humanidades.

Deberíamos reconocer que la creatividad no es un elemento adicional en nuestra vida, ¡es lo que le da propósito a la vida humana!


[i] Marianne Williamsom, en “A Return to Love: Reflexiones sobre los principios de “Un Curso de Milagros”, Ed. Harper Collins, 1992 del Capítulo 7, Sección 3.
[ii] Entrevista de DUARD PUNSET a Ken Robinson (Experto en creatividad). 08.01.2012. http://www.rtve.es/television/20110327/todos-tenemos-capacidad-ser creativos/420223.shtml
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6. Primer hábito de efectividad. SER PROACTIVO.

SER PROACTIVO:

Resumen: es la clave principal para adquirir los demás hábitos y significa que puedes ser responsable con tu vida y asumir una actitud de “yo puedo”. Aunque no hay que confundir el “puedo hacer” con ser insistente o agresivo. Observemos que la diferencia entre una persona proactiva y otra reactivas empieza desde el lenguaje. Las reactivas utilizan muchas frases como: No me hago responsable de mis actos. No puedo cambiar, etc. También su modo de pensar es que ellas son las víctimas y que todos están contra ellos, por lo que se ofenden fácilmente, culpan a los demás de todo, se enojan y dicen cosas que después lamentan. Los proactivos son totalmente diferentes porque toman la responsabilidad de lo que hacen, piensan antes de actuar, no se preocupan por lo que no pueden arreglar y procuran concentrarse en lo que sí. Por lo que podemos concluir que es muy importante poder controlar como reaccionamos a lo que nos sucede. El principio detrás de éste primer hábito es: “Siempre se puede elegir como responder”.

ADQUIERE EL HABITO DE LA PROACTIVIDAD.

Este hábito dice “Yo soy la fuerza. Yo soy el capitán de mi vida. Puedo elegir mi actitud. Soy responsable de mi propia felicidad o infelicidad. Yo estoy en el asiento delantero del conductor de mi destino y no soy sólo un pasajero”.

Ser Proactivo significa tener la libertad para escoger. Cuando somos Proactivos, escogemos como deseamos responder a las circunstancias en vez de reaccionar automáticamente a ellas.

Podemos encontrar dos tipos de personas, los Proactivos y los Reactivos, quienes toman la responsabilidad de sus vidas y quienes culpan; aquellos que hacen que las cosas sucedan, y aquellos a quienes las cosas les sucedieron. Las personas Proactivas piensan antes de actuar y reconocen que si bien no pueden controlar todo los que les sucede, sí pueden controlar lo que pueden hacer al respecto. Son calmados, y ejercen el control. Las personas Reactivas en cambio, toman decisiones con base a impulsos. Son como una lata de refresco. Si la vida las sacude un poco, la presión se acumula y de pronto explotan.

COMIENZA POR ESCUCHAR TU PROPIO LENGUAJE. Generalmente puedes notar la diferencia entre las personas Proactivas y Reactivas por el tipo de lenguaje que usan.

Pero además la gente Reactiva posee “victimitis”,  piensa que los demás están en su contra y que el mundo les debe algo, lo cual no es cierto.

Asimismo, se ofenden fácilmente. Culpan a los demás. Se enojan y dicen cosas que después lamentan. Se quejan. Esperan a que las cosas les sucedan. Cambian únicamente cuando no les queda otra.

Las personas Proactivas en cambio, son de un tipo totalmente distinto: No se ofenden fácilmente. Toman la responsabilidad de sus decisiones. Piensan antes de actuar. Vuelven a hacer el intento cuando les sucede algo malo. Siempre hallan la forma para que las cosas sucedan. Se concentran en las cosas en las que pueden hacer algo, y no se preocupan por aquello donde no tienen el control.

Claro que ser Reactivo es mucho más fácil , e indudablemente ser Proactivo es más difícil. Pero en realidad, no somos totalmente Reactivos o Proactivos todo el tiempo, sino que nos encontramos frecuentemente en un punto medio. La clave es adquirir el hábito de ser Proactivos para que puedas viajar en piloto automático y ni siquiera necesites pensar en ello.

LUEGO ENFÓCATE SÓLO EN AQUELLO QUE PUEDES CONTROLAR O INFLUIR. Existen muchas cosas que no podemos controlar, como el color de nuestra piel, nuestro lugar de nacimiento, los padres que tenemos o que equipo de fútbol ganara el próximo mundial. Lo que si podemos controlar es cómo reaccionamos a las cosas que nos suceden.

El círculo mas chico es el círculo de control o de INFLUENCIA. Incluye cosas sobre las que podemos ejercer control, tales como nosotros mismos, nuestras actitudes, nuestras decisiones, nuestras reacciones a todo lo que sucede alrededor. El círculo más grande es el círculo de no control o de PREOCUPACIÓN. Incluye las miles de cosas sobre las que no podemos hacer nada.

Las personas Proactivas se concentran en aquellas cosas que pueden controlar, en las que pueden influenciar. Así, consiguen más poder sobre sus vidas. Aprenden a vivir con las muchas cosas en las que nada pueden hacer. Tal vez no les guste, pero saben que no tiene caso preocuparse.

CUIDADO CON LOS «TENER» Y LOS «SER». Un modo de determinar cuál es nuestro círculo de control o de Influencia consiste en distinguir los «tener» y los «ser». El círculo de no control o de preocupación está lleno de «tener»:

  • «Me sentiré contento cuando tenga auto propio».
  • «Si tuviera un profesor que no fuera tan dictador…»
  • «Si tuviera una novia más paciente…»
  • «Si ya tuviera mi título…»
  • «Si tuviera más tiempo para mí…»

El círculo de influencia en cambio está lleno de «ser»:

  • puedo ser más paciente,
  • ser sensato,
  • ser cariñoso.

LA CLAVE: COMPROMETERSE Y MANTENER LOS COMPROMISOS. En el corazón mismo del círculo de influencia se encuentra nuestra aptitud para comprometernos y prometer, y para mantener compromisos y promesas. Allí también reside la esencia de nuestro crecimiento.

Gracias a las dotes humanas con las que nacemos podemos percibir áreas de debilidad, áreas que hay que mejorar, áreas de talento que pueden desarrollarse, áreas que hay que cambiar o eliminar de nuestras vidas. Y cuando reconocemos y actuamos sobre esas percepciones haciéndonos promesas y estableciéndonos metas que intentamos conseguir, adquirimos la fuerza de carácter que hace posible todas las otras cosas positivas de nuestras vidas.

Recordemos: hay dos modos de tomar de inmediato el control de nuestras vidas: Podemos hacer una promesa… y mantenerla. O establecer una meta… y trabajar para alcanzarla. El poder de comprometernos con nosotros mismos y de mantener esos compromisos es la esencia del desarrollo de los hábitos básicos de la efectividad. El conocimiento, la capacidad y el deseo están dentro de nuestro control. Podemos trabajar sobre cualquiera de esos tres elementos para mejorar el equilibrio entre los tres y ganar confianza en nosotros mismos.

Generemos rápidamente confianza en nosotros mismos, hagámonos una promesa y mantengámosla. Comencemos con algo pequeño. Cumplamos lo prometido y  fomentaremos nuestra  integridad, que es unir lo que decimos y lo que hacemos. Pregúntate: ¿Qué clase de promesa puedo haceme hoy y cómo voy a hacer que suceda?

SIGUE LA  TÉCNICA ES OPRIMIR EL BOTÓN DE “PAUSA”. En ocasiones, la vida se mueve muy rápido y nos acostumbramos a reaccionar de forma instantánea a todo, simplemente por costumbre. Si puedes aprender a hacer una pausa, ejercer control y pensar de que modo reaccionar, tomarás decisiones más prudentes. Recuerda que puedes hacerlo: Eres libre para elegir.

ENTRE CUALQUIER ESTÍMULO Y LA RESPUESTA tienes la libertad interior de elegir.  De hacer una PAUSA para pensar que hacer. Para ello abre tu caja de herramientas (con la que naciste) y utiliza tus cuatro herramientas humanas (Autoconocimiento, Conciencia, Imaginación y Voluntad independiente) para decidir qué hacer.

En la medida en que ejercitamos y desarrollamos esas dotes nos da poder para desplegar nuestro potencial humano. Recordemos: entre el estímulo y la respuesta está nuestra mayor fuerza: la libertad interior de elegir. Por ello, APRIETA EL BOTÓN DE PAUSA!!!

LAS CONSECUENCIAS Y LOS ERRORES. Somos libres para elegir nuestra respuesta en cualquier situación, pero al elegir también optamos por la consecuencia correspondiente. «Cuando uno recoge una punta del palo, también recoge la otra.»

Si bien somos libres para elegir nuestras acciones, no lo somos para elegir las consecuencias de esas acciones. Las consecuencias son gobernadas por leyes naturales. Están fuera del círculo de INFLUENCIA, en el círculo de preocupación. Podemos optar por ser deshonestos en nuestro trato con los demás. Y si bien las consecuencias sociales de esa conducta dependerán mucho de que nos descubran o no, las consecuencias naturales para nuestro carácter básico serán un resultado determinado. Nuestra conducta es gobernada por principios. Vivir en armonía con los principios tiene consecuencias positivas; y violarlos determina consecuencias negativas.

Sin duda, en la vida de todos hay momentos en los que recogemos lo que más tarde nos parece un palo equivocado. Nuestras elecciones tienen consecuencias que preferiríamos no padecer. Si pudiéramos elegir nuevamente, lo haríamos de otro modo. A esas elecciones las llamamos errores, y son la segunda cosa que merece una consideración más profunda. Tal vez el ejercicio más necesario de Proactividad consista en comprender que los errores pasados también están ahí afuera, en el círculo de preocupación. No podemos revocarlos, no podemos anularlos, no podemos controlar las consecuencias.

El enfoque Proactivo de un error consiste en reconocerlo instantáneamente, corregirlo y aprender de él.

En tanto que  no reconocer un error, no corregirlo ni aprender de él, es un error de otro tipo. Este segundo error, es un encubrimiento que le otorga una importancia desproporcionada, y causa en las personas un daño mucho más profundo. No es lo que los otros hacen ni nuestros propios errores lo que más nos daña; es nuestra respuesta. Nuestra respuesta a cualquier error afecta a la calidad del momento siguiente. Es importante admitir y corregir de inmediato nuestro error para volver a tener el poder.

PASOS QUE NOS AYUDAN A CRECER.

1. Pon atención a las palabras que digas en este día. Registra cuántas veces utilizas lenguaje reactivo. Escríbelas y guárdalas para releerlas cada vez que tengas ganas de trabajar en ti.

2. Haz algo hoy que siempre quisiste hacer pero nunca te atreviste. Abandona tu zona de seguridad y hazlo. Escríbelo y guárdalo. Podrás ver más adelante que te habías propuesto y como te fue con alcanzarlo.

3. Escribe una nota: “No permitiré que (alguien o algo) __________________________________ decida cómo me sentiré”. Pega la nota en tu espejo, en un cuaderno o en tu agenda, y consúltala con frecuencia.

Fuentes:
  • Stephen R.Covey. Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Paidós, 2009. El líder interior: cómo transmitir e inspirar los valores que conducen a la grandeza. Paidós, 2009. El octavo hábito: de la efectividad a la grandeza. 2005. Primero lo primero: vivir, amar, aprender, dejar un legado. Paidós, 1997. El liderazgo centrado en principios. Paidós. 1996.
  • Sean Covey. Los 7 habitos de los adolescentes altamente efectivos. Fireside. USA. 1998. Las 6 mas importantes decisiones que los adolescentes deberán tomar. Fireside. USA. 2006.
  • http://cursoadoslecentes-mergonzalez21.blogspot.com

 

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