La razón por la que no comprendemos la diferente percepción de diferentes personas sobre una situación determinada, es porque hemos dado por supuesto que dicha percepción tiene lugar en el mismo tipo de universo de información que YO poseo y que YO acepto como válido.
Ahora bien, tratemos de imaginar a tres hombres sosteniendo cada uno en su mano un pequeño rozo de maderas, y que cada uno suelta el pedazo de madera con el siguiente resultado: En el primer caso la madera cae hacia abajo. En el segundo caso, va hacia arriba. Y en el tercer caso, permanece donde está.
Nos parece inmediatamente, que el comportamiento de la madera en el primer caso es perfectamente normal, lógico y esperado. Mientras que el comportamiento de la madera en los otros dos casos nos parece extraño, extraordinario y completamente increíble.
Pero esto solo ocurre porque suponemos que el segundo y el tercer hombre están en el mismo conjunto de circunstancias en el que algo sucede, que el primero. Y suponemos que los tres hombres se encuentran sobre la superficie de la Tierra de una manera normal. Entonces, por más que tratemos, no podemos explicar el extraño comportamiento del segundo y tercer pedazo de madera en este universo, que resulta para nosotros “anormal”.
Pero el misterio se resuelve instantáneamente si a la premisa anterior de las tres situaciones le sumamos que los tres universos son distintos:
Aclarando que en el primer caso el hombre está sobre la superficie de la tierra y por eso la madera cae hacia abajo en forma esperada.
En el segundo caso, está debajo del agua y en este universo diferente, naturalmente, la madera flota hacia arriba.
Y, en el tercer caso, el hombre está en órbita en un nave espacial y por ese motivo la madera ingrávida permanece en su lugar.
Entonces, un comportamiento extraño o inexplicable se vuelve súbitamente obvio y lógico una vez que tomamos conciencia de que tiene lugar en un universo diferente del que suponíamos que se encontraba.
Suposición que se basa en nuestra propia historia, prejuicios, influencias sociales, sesgos, emociones y CREENCIAS. Y, por lo tanto, lo que vemos es siempre a través de nuestros esquemas mentales.
Piensa bien y saldrá bien!
D.O.
Fuentes:
Edward De Bono. “Conflictos”. Ed. Planeta. 1990.
Facundo Manes, “Entre la burbuja informativa y la grieta: ¿por qué la evidencia científica no logra cambiar lo que pensamos?”. https://www.infobae.com/tendencias/2019/09/02/entre-la-burbuja-informativa-y-la-grieta-por-que-la-evidencia-cientifica-no-logra-cambiar-lo-que-pensamos
“¿Cómo funciona nuestra mente?” http://danielolguin.com.ar/?p=100
“Vemos el mundo como somos, no como es”. http://danielolguin.com.ar/?p=146