TRABAJO Y CIUDADANÍA. ¿EL TRABAJO DIGNIFICA?

Antecedentes:

Objetivo del T.P.: El uso correcto del vocabulario específico y la claridad en la producción escrita.  La estrategia para seleccionar información relevante. Y la actitud de responsabilidad y compromiso del alumno ante la propuesta evaluativa del docente.

Consigna: leer detenidamente el texto y contestar las preguntas finales. Revisar que las respuestas estén completas y legibles antes de entregar. Tener en cuenta ortografía y puntuación.

Texto de referencia: ¿El Trabajo dignifica? Fuente: Publicación de Humberto Maturana – http://matriztica.cl – 4 de febrero de 2011 “El trabajo dignifica al hombre” se dice. Y el trabajo ¿dignifica también a la mujer? Tal vez el trabajo dignifica al ser humano. Pero la leona que caza un antílope ¿trabaja? El pintor que disfruta pintando un cuadro ¿trabaja?; y la mujer que da de mamar a su bebé ¿trabaja? Tal vez el trabajo que dignifica es el que implica una remuneración que proporciona quién se beneficia con el trabajo de otro, en circunstancias que esa remuneración constituiría el aporte de energía que permitiría a ese otro y su familia vivir dignamente. Las personas cualesquiera sea su sexo o color quieren vivir dignamente, esto es, de una manera que no les avergüence, que no sientan que tienen que ocultar, que no les genere resentimiento social, … de una manera, en fin, en la que no vivan la amargura de faltarse el respeto a sí mismos. La historia de la humanidad ha consistido en una continua generación y transformación de mundos en los que los seres humanos como personas nos hemos hecho progresivamente más y más interdependientes en la producción de nuestros medios de subsistencia. Y esto como el resultado de un convivir en una red de servicios recíprocos con los cuales se satisfacen nuestras necesidades vitales. En fin, ¿vivimos y convivimos en un mundo que genera el flujo de energía que necesitamos todos las personas para un vivir digno? ¿Vivimos y convivimos así? ¿Vivimos y convivimos en una red de servicios recíprocos que constituyen una red de haceres, sentires, emociones y de energía necesaria para nuestro vivir digno como personas? Si vivimos así entonces tal vez no baste con decir que “el trabajo como servicio remunerado dignifica a las personas que lo realizan”; tal vez debamos decir que “el participar en el flujo de energía que remunera con la remuneración adecuada dignifica a las personas que lo hacen.” Una comunidad humana que hiciese posible ese vivir-convivir en armonía, sería una comunidad generadora de bien-estar que como una obra de arte cambiante genera y conserva continuamente la dignidad humana. ¿Será esto posible? ¿Será posible que queramos convivir así? ¿Será posible crear cotidianamente un convivir en el que el trabajo dignifique a las personas y no las sumerja en el resentimiento de saberse continuamente abusado, o en la vergüenza íntima de tener que esconder el saberse abusador? Para hacer esto o cualquier otra cosa tenemos conocimientos e imaginación creativa. Ahora bien, ¿Queremos hacerlo? Y si queremos hacerlo, ¿qué nos detiene? ¿No queremos hacerlo? ¿Por qué no queremos hacerlo?”.

Preguntas a responder:

1. ¿La actividad de la “ama de casa” es un trabajo digno? Si, No, ¿Porque?

2. En el texto que leíste, ¿A quién se refiere como el “abusado” y a quien como el “abusador”?

Un modelo sugerido de respuesta:

  1. En general se considera trabajo digno al que genera un salario digno; que sería aquel que permite ganar suficiente para que el trabajador y su familia escapen de la pobreza, no solo de forma temporal sino permanente. Por lo tanto, desde este punto de vista, el trabajo que dignifica sería el que implica una remuneración que permitiría al trabajador y su familia vivir dignamente.  Razón por la cual, y siempre de desde esta línea de reflexión, si queremos trabajar y vivir dignamente, tal vez no baste con decir que el trabajo como servicio remunerado dignifica a las personas que lo realizan; tal vez debamos decir que percibir por el trabajo la remuneración adecuada, dignifica a las personas que lo hacen. Ahora bien, según el texto estudiado, vivir dignamente también es vivir de una manera que no les avergüence, que no sientan que tienen que ocultar el trabajo que realizan, que no les genere resentimiento social. De una manera, en fin, en la que no vivan la amargura de faltarse el respeto a sí mismos. En consecuencia, desde el primer punto de vista, hacer de “ama de casa” no es un trabajo digno, ya que quién lo realiza no percibe una remuneración. Pero desde el segundo punto de vista ejercer de “ama de casa” puede ser un trabajo perfectamente digno, dependiendo de lo que sienta quien lo realice.
  2. El abusador sería quién se beneficia con el trabajo de otro (empleador), y que paga una remuneración que no permita vivir dignamente a ese otro que realiza el trabajo (trabajador), el abusado.

Fuentes: ¿El Trabajo dignifica?  Humberto Maturana. Pu.: http://matriztica.cl. ACTIVIDAD, TRABAJO y EMPLEO – TRABAJO DIGNO O DECENTE – DESEMPLEO, SUBEMPLEO y PRECARIZACIÓN DEL EMPLEO – ALIENACIÓN DEL HOMBRE POR EL TRABAJO. Pub.: http://danielolguin.com.ar/?p=3797

Calificación del Trabajo práctico Nro. 1: La nota alcanzada intenta reflejar el nivel de compromiso con la totalidad de las consignas del trabajo. Si se Respondió a las consignas del trabajo en forma completa y precisa. Y si el  trabajo no refleja la utilización del texto base en forma correcta.

Alumno: ……………………………………………………………..

Nota Académica: ………………………………….

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