Otra vez la enseñanza de las artes y el desarrollo pleno del ser humano. Esta vez la música.

“Se equivocan quienes afirman que me ha sido fácil adquirir mi arte. Nadiehaestudiado composición tan a fondo como yo. Es difícil encontrar un gran maestro de música cuya obra no haya analizado con frecuencia y, a menudo, de principio a fin”.Mozart.

“¿Quién fue el maestro que más lo influenció y por qué?”, pregunta el periodista. Elentrevistado responde sin titubear: “Mi maestro de fagot, quien me enseñó que la única manera de hacer algo bien es practicar y escuchar y practicar y escuchar, horas y horas y horas.”

¿Qué tiene de singular esa respuesta? Que quien así contesta no es un virtuoso del fagot. Es Thomas Südhof, médico que acaba de recibir el Premio Nobel de Medicina 2013. Por eso, lo sorprendente fue que, ante la consulta periodística, no mencionara como su maestro más influyente a algunos de los destacados científicos con los que se formó. Y la curiosidad llevó al periodista a indagar acerca del impacto tan importante que tuvo su maestro de música en su vida. El Médico respondió:

“Las capacidades que adquirí al aprender música clásica fueron muy variadas. En primer lugar, el valor que tienen para la creatividad el estudio disciplinado y el aprendizaje repetitivo. No se puede ser creativo con un instrumento musical si no se lo conoce del derecho y del revés y no se puede serlo en ciencia si se carece de un conocimiento profundo de los detalles. En segundo lugar, el valor de contar con una buena guía. Un buen maestro exige, desafía y critica, pero nunca castiga o denigra a su alumno.

La respuesta confirma que los principios de la educación son independientes de aquello que se enseña. Todo maestro que exija, desafíe y critique, demostrando al alumno la importancia que tienen la disciplina y el esfuerzo, dejará en él una huella indeleble. Pero también, el maestro le mostró la relevancia del conocimiento profundo de los detalles.

Agrega el médico, “Como músico, uno practica durante miles de horas para actuar sólo unos pocos minutos pero cuando ejecuta el instrumento no sólo debe recapitular el material aprendido sino que debe ampliarlo, expandirlo y comunicarlo a los demás. En la ciencia, el proceso es básicamente el mismo ya que, en esencia, depende de la comunicación con los otros y supone aceptar y responder al modo en que reaccionan”.

Hace mucho que el instrumento musical descansa en un armario. Pero en el alumno han quedado las lecciones que le regaló su maestro de música y que le resultaron esenciales para su vida como científico: la capacidad de concentración, de trabajo y de análisis.

Piensa bien y saldrá bien!

D.O.

Ver también: La música como herramienta para el mejor desarrrollo. http://danielolguin.com.ar/?p=436
Fuente: Reflexiones. “El maestro de música” Por Guillermo Jaim Etcheverry. Para LA NACION. http://www.lanacion.com.ar/1671915-el-maestro-de-musica
Esta entrada fue publicada en La Educación para un mañana desconocido., Las Emociones. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *