Siguiendo una fuerte atracción por la enseñanza como forma de que el ser humano se va haciendo como tal, luego de mi educación secundaria, estudié en Instituto Nacional del Profesorado Técnico, del que egresé como profesor en disciplinas industriales. Entonces hice de educador en instituciones educativas de nivel medio y terciario.
A la vez, atraído por la creación de formas y estructuras de las que pudieran valerse las personas para su vida, hice de diseñador técnico en distintos establecimientos industriales y de trabajo. Lo que despertó una nueva y muy fuerte atracción por la comprensión de los conflictos del trabajo humano. Entonces estudié Derecho y obtuve el título de Abogado, circunscribiendo mi especialización y mi práctica profesional en el derecho del trabajo. Además de hacer de docente a nivel universitario en distintas universidades y cátedras de derecho del Trabajo.
Luego, atraído por la idea – y el convencimiento – de que la mejor solución a la falta de entendimiento entre las personas se encuentra en la cooperación y no en la competencia, realicé estudios de posgrado en negociación, mediación y otros métodos alternativos de resolución de conflictos, contribuyendo profesionalmente a la solución de conflictos, especialmente en el ámbito del trabajo y de las relaciones laborales.
Más tarde, esta vez atraído por el funcionamiento de la política, a la que considero el medio de aportar soluciones a las personas en sociedad, contribuyendo a proyectos de constitución del orden, seguridad, solidaridad y de cooperación, obtuve una Maestría en Ciencias del Estado, lo que me permitió ampliar mis haceres profesionales a instituciones de administración pública.
Recientemente, y luego de una dilatada práctica profesional que me permitió considerar en principio, y en cada caso, a la persona y la manifestación de su conducta, me atrajo la intención de expresar alguna contribución al mundo del Derecho desde el punto de vista de la realidad social como su objeto principal de estudio. En consecuencia, cursé el doctorado en Derecho de la Universidad J. F. Kennedy, cuna en nuestro país de la mirada «Integrativista y tridimensionalista» del Derecho, que propone construir el objeto jurídico incluyendo tanto las conductas sociales, y los valores además de las normas, e investigando en tal sentido.
En síntesis, desarrollé mi hacer profesional como docente y abogado, en forma independiente, y también ligado a distintas organizaciones empresariales, gremiales, académicas, púbicas y privadas, y siempre actuando con preocupación Ética. Es decir, atento a las consecuencias de mis acciones sobre el bienestar de los demás.
Mi actual preocupación y estudio están enfocados en los desafíos que plantea la inteligencia artificial en particular y los avances tecnológicos en general, y su impacto en la educación de las nuevas generaciones. A través de una constante nueva formación, busco encontrar y ofrecer soluciones que equilibren el avance tecnológico con el desarrollo humano integral, asegurando que la inteligencia artificial y los distintos modelos de inteligencia artificial generativa y de aprendizaje profundo se integren de manera ética y efectiva en los procesos educativos.
Daniel Olguin.
6 respuestas a La emoción que hace a la atracción una acción.