Sin Trabajar en el amor… tampoco hay amor.

A pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario, prevalece la idea de que no hay nada mas fácil que amar, dice Leo Buscaglia[i].

En realidad, no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectativas, y que no obstante fracase tan a menudo como el amor. Y en concreto, amar a los demás no es fácil para nadie. Tampoco es una cuestión de azar, algo con lo que se puede tropezar si se tiene suerte. Sino que amar requiere conocimiento y esfuerzo. Es decir, necesita aprendizaje y práctica.

No obstante creemos, dice Erich Fromm[ii], que no hay nada que aprender acerca del amor. Porque pensamos el problema del amor consiste en ser amado, y no en amar. Porque confundimos la experiencia apasionante inicial de enamorarse y la de permanecer enamorado. Y porque creemos que amar es sencillo, y lo difícil es encontrar un objeto apropiado para amar o para ser amado por él. Suponemos que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad.

De hecho toda nuestra cultura esta basada en la idea de comprar, y la idea de felicidad del hombre moderno esta abrazada al concepto de adquirir bienes. Y del mismo modo, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio.

Pero lo que sabemos sobre el amor, lo aprendimos. Lo hicimos en primer lugar imitando a nuestros padres. Y después, a medida que crecimos, aprendimos del ambiente que nos rodeó, y de la gente con la que interactuamos. La solución entonces, siguiendo a Buscaglia, es aprender a amar. Porque podemos olvidar lo aprendido, y volver a aprender.

En tal sentido, Ivan Klima[iii] dice que hay que comparar el amor a la creación de una obra de arte. Y entonces si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisieramos aprender cualquier otro arte. Por lo tanto, en principio debemos comenzar por dominar la teoría, y luego dominar la práctica. Pero además, para llegar a dominar el arte, debemos considerarlo de fundamental importancia.

Allí quizás radique, que las personas de nuestra cultura, a pesar de los reiterados fracasos, sólo en contadas ocasiones tratamos de aprender a amar. Porque no obstante el profundo anhelo de amar, casi todo lo demás tiene mas importancia que el amor: éxito, dinero, prestigio, poder. Dedicamos casi toda nuestra energía a alcanzar esos objetivos, y muy poco a aprender a amar.


[i] Leo Buscaglia, “Amor”. Ed. Emece. Bs. As. 1986. “Ómnibus al paraíso”. Ed. Emece. Bs. As. 1986.
[ii] Erich Fromm, “El arte de amar”. Ed. Paidos. Bs. As. 1979.
[iii] Ivan Klima, Between Security and Insecutity, Thames and Hudson, 1999, págs. 60-62. Narrador y profesor de filología, el checo Ivan Klíma (Praga, 1931), perseguido por nazis y comunistas, es autor de una rica obra literaria. Citado por Zygmunt Bauman en el “El Arte de la Vida”. Ed. Paidos. Bs. As. 2009.

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Valores en la Convivencia.

Dice Humberto Maturana* que no nacemos humanos sino que nos hacemos humanos en la interacción con otros seres humanos. Que se es humano, no desde la genética sino desde la convivencia.

Por ello, cuando habla de educación se refiere a la transformación de nuestros niños en su convivencia con nosotros los educadores u otros adultos.

Con esto quiere decir que la educación es un proceso de transformación de vida que sigue un curso definido por la manera de vivir de los padres y educadores.

Que ese proceso educativo ocurre en todas las dimensiones relacionales del vivir del niño, tanto en los espacios privados de la familia o de la escuela, como en los espacios públicos de la calle y el barrio. Que son verdaderos ‘cultivos’ de seres humanos.

Claro está. de una forma de ser humano, porque en este proceso, el niño se transforma en un tipo de ser humano u otro según el tipo de experiencias vividas recurrentemente con sus padres y educadores. Se puede crecer de una manera o de otra según el espacio de convivencia en que se viva. Esto es visible en la tremenda diversidad de formas humanas que se pueden adoptar.

Los adultos debemos observar que el modo de vivir que ahora vivimos está determinado por los espacios de vida en los que convivimos desde niños, no por el conocimiento, o los tipos de argumentos racionales que podamos haber acumulado a lo largo de nuestra vida.

Por lo tanto, Maturana indica que es tarea del adulto educador (padre o docente), hacer uso de la enseñanza como un medio para educar al niño en la creación de los espacios de vida que lo llevarán a ser un ser humano responsable, socialmente consciente, que se respeta a sí mismo y a los demás.

Y que una manera de llevarla a cabo es comprender que los niños llegan a SER según sean las conversaciones o interacciones en las cuales participan en su convivencia. Y que en el fluir de sus vidas no hay conversaciones triviales, todas las interacciones terminan siendo formativas, para bien o para mal.

En la medida en que los adultos entendamos esto podremos dar paso a interacciones basadas en el respeto y la colaboración. Cualquier niño que se sienta escuchado se dispone a la creatividad, aprende a escuchar, vive su seguridad consciente de sus límitesy fortalezas. Así como la carencia afectiva produce niños con trastornos conductuales (ansiedad, agresividad, falta de interés, desmotivación, inseguridad, tristeza, etc.).

En definitiva, de cómo convivan los niños con nosotros los adultos, dependerá la clase de adulto que llegarán a ser.

Los niños no son el futuro. Los adultos somos el futuro de nuestros niños. El futuro está en el presente.

 

Extraído del artículo: “El aporte de Humberto Maturana al entendimiento y la práctica de la educación” Por: María Gabriela Estrada Díaz. Educadora de Párvulos. Directora Jardín Infantil Michaihue. Fundación Integra VIII Región del Bío Bío. Y Carlos Zapata Sepúlveda. Antropólogo. Director Zona Sur World Vision Chile Concepción, Chile, noviembre 2002.
 *Humberto Maurana. Humberto Maturana Romesín, nació en Santiago de Chile en 1928. Egresó en 1947 del Liceo Manuel de Salas, para luego ingresar a la carrera de Medicina de la Universidad de Chile. En 1954 se trasladó al University College London para estudiar anatomía y neurofisiología. En 1958 obtuvo el Doctorado en Biología de la Universidad de Harvard. En 1965 participó con otros profesores en la fundación de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. En 1994 recibió el Premio Nacional de Ciencias en Chile por su trabajo de investigación sobre la percepción y sus planteamientos sobre la biología del conocimiento. Luego se encuentra con el trabajo de Ximena Dávila sobre el “Conversar Liberador” entendiendo ambos que el quehacer profesional de ella abre las puertas para una nueva comprensión del vivir y convivir humano, decidiendo crear juntos en el año 2000 el Instituto de Formación Matríztica (después llamado Escuela Matríztica de Santiago) para dar formación en el entendimiento de la matriz biológica-cultural del habitar humano.
 
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Compradores y compromiso a largo plazo

En una sociedad de compradores somos felices mientras no perdamos la esperanza de llegar a ser felices; y estamos asegurados contra la infelicidad siempre que podamos mantener esa esperanza. O sea, mientras no dejemos de comprar y de reemplazar los objetos a los que les damos entidad de hacernos felices.

Por lo tanto solo puede mantenerse viva  esa esperanza de felicidad si se cumple la condición de una rápida sucesión de nuevas oportunidades y nuevos comienzos y con la perspectiva de una cadena infinita de nuevos comienzos. Nuevas compras. Más compras.

Los artículos no están pensados para durar mas de los previsto y deben abandonar el escenario de la vida tan pronto como empiezan a ser un obstáculo más que un adorno. Y deben ser reemplazados a su vez por otros artículos.  Por eso, las relaciones con dichos objetos son de compromiso ligero, y limitan su duración a los que dure la satisfacción que procura. La relación es valida hasta que la satisfacción desaparece o cae por debajo de un nivel aceptable, ni un segundo más.

¿Puede ser entonces, que esta actualidad de compras y adquisición de artículos a los que otorgamos entidad de objetos de felicidad, nos esté permitiendo encubrir nuestra cobardía y nuestra fobia al riesgo de un compromiso duradero?

Tal vez sólo tengamos que decidir pagar el precio de obtener el placer del compromiso que nace y crece tanto por las cualidades del objeto que uno cuida, como por la calidad de estos cuidados. Y que necesariamente nos conducirá a nuestra felicidad.

Fuente: Zygmunt Bauman. “El Arte de la Vida”. Ed. Paidos 2009. Bs. As.
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Vivir de acuerdo a valores y principios fundamentales conduce a la felicidad.

Dice el Dr. José Luis Ysern de Arce* que en el fondo, todo lo que hacemos y emprendemos, aunque no lo pensemos explícitamente cada vez, lo hacemos para llegar a ser felices.

Y señala dos creencias muy habituales al respecto:

Una es que confundimos la felicidad con la obtención rápida del logro y del éxito.

Aunque la felicidad así sería imposible lograrla cada vez que la gratificación se vieraaplazada o postergada para otro momento. No obstante la sociedad de hoy con sus propagandas de un mundo liviano, hueco, lleno de éxitos fáciles que se lograrían en un abrir y cerrar de ojos, estaría contribuyendo a ese error. Y es fácil que muchos jóvenes piensen que si algo cuesta esfuerzo y sacrificio, eso es ya un impedimento para la felicidad.

La otra creencia muy común es que, confundimos la felicidad con el placer.

La felicidad sería en este caso un producto que se puede lograr fácilmente con sólo dejarse llevar de los impulsos y deseos del momento. Y todo lo que fuera autocontrol, dominio de la voluntad, poner atención a determinados valores, ajustarse a ciertos principios superiores, postergación de los deseos para otro momento más adecuado y apropiado, podría parecer atentatorio a la felicidad.

Además si la felicidad se equipara al placer, sucederá también que muchos creerán que pueden comprarla con dinero, algo muy de acuerdo con la cultura consumista que nos envuelve. Sin embargo la felicidad verdadera es mucho más que el placer. Estamos hartos de ver personas que gracias a su dinero no se privan de nada, que obtienen todos los placeres deseados, pero que llevan una vida bastante amargada y poco feliz.

Naturalmente que la felicidad absoluta no existe. Cuando hablamos de felicidad humana, ya sabemos que se trata de algo relativo, puesto que todo lo humano es imperfecto. Lo interesante es que la persona sea feliz porque se siente feliz, porque se empeña en serlo, y porque ella construye su propia felicidad.

Es feliz la persona que construye un mundo donde la belleza, los gestos de delicadeza, el arte, la alegría, el gozo y el placer sean posibles para todos . Y esto tiene mucho que ver con la ética de la vida, con el actuar bien en cada momento de nuestra historia.

Sería bien distinta la vida si todos la viviéramos de acuerdo a valores y principios fundamentales.

* Extraído del artículo del Dr. José Luis Ysern de Arce
, Dr. En Psicología. Chillán, Chile. Marzo 2001. Universidad del Bío-Bío. Región del Bío-Bío. Chile.
http://www.ubiobio.cl/vitrina/etica.shtml
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No lo olvides!!! Piensa bien y saldrá bien!

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Felicidad y Shopping.

todo ahora porque ahora ya es mañana
Y mañana ya va a ser pasado
Si no compra todo, seguro lo compra otro
Y después, seguro se lamentará
Todo ‘on sale’, aproveche que sale temprano
Y sin más demora
Sino compra ahora, va a caer en bancarrota
Espiritual, Intelectual y Emocional! *

Zygmunt Bauman** dice que es fuerte la creencia de que hay un vínculo íntimo entre la felicidad y el volumen y la calidad del consumo. Y que uno de los efectos fundamentales de equiparar la felicidad con la compra de los artículos que se espera generen felicidad, consiste en eliminar la posibilidad de que este tipo de búsqueda de la felicidad llegue algún día a su fin.

Porque en realidad, la búsqueda de esta felicidad nunca se acabará, puesto que su fin equivaldría al fin de la propia felicidad. Entonces, al no ser alcanzable ese estado de felicidad, sólo la persecución de este objetivo (solo comprar ciertos artículos) puede mantener felices a los corredores que la persiguen.

Una consecuencia de tal creencia es que todas las estrategias comerciales se basan en ese vínculo entre felicidad y consumo. Por lo tanto son los mercados los que se encargan de que la búsqueda de esa felicidad nunca termine.

Ellos hacen que los objetivos de la búsqueda (los bienes deseables que consumimos porque estimamos que nos harán felices) nunca se terminen y se reemplacen unos a otros con velocidad asombrosa.

Los jóvenes son los que más creen y se involucran en este vínculo íntimo entre bienes y felicidad. Y cada vez más temprano aprenden a confiar en la sabiduría de los mercados. Confían en que los productos que están expuestos en las estanterías de los negocios tienen una garantía absoluta de aprobación pública y reconocimiento social. Y que son esos productos y no otros los que necesitan porque no dudan de que los harán felices (por algo están en el shopping).

Pero además aprenden que lo que aparece hoy ya no estará unos días después. Y por lo tanto para estar en la cresta de la ola de la aceptación social, al día y a la moda, deben asistir casi sin inerrupción al shopping.

Y pareciera, que a no ser que encuentren una etiqueta, un logo o una tienda en los que puedan confiar, se sienten confusos y tal vez perdidos. Etiquetas, logos y tiendas son los únicos refugios de certidumbre, y son los términos del lenguaje de reconocimiento social. Y etiquetas, logos y marcas, hacen que sean  lo que esperan ser, y que ahora llaman identidad.

Recuerdo cosas de otros tiempos,
De cuando el Almacén no tenía luces de neón
Cuando el paraíso no tenía marquesina…*


* Canción: “logo” de Kevin Johansen -2007
** “El Arte de la Vida”. Zygmunt Barman. Ed. Paidos 2009. Bs. As.
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Donde deberíamos buscar la felicidad.

Bertrand Russell* dice al respecto: “…disfruto de la vida, y principalmente se debe a que me preocupo menos por mí mismo. Poco a poco aprendí a ser indiferente a mí mismo y a mis deficiencias; aprendí a centrar la atención, cada vez más, en objetos externos: el estado del mundo, diversas ramas del conocimiento, individuos por los que sentía afecto. Es cierto que los intereses externos acarrean siempre sus propias posibilidades de dolor: el mundo puede entrar en guerra, ciertos conocimientos pueden ser difíciles de adquirir, los amigos pueden morir. Pero los dolores de este tipo no destruyen la cualidad esencial de la vida, como hacen los que nacen del disgusto por uno mismo. Y todo interés externo inspira alguna actividad que, mientras el interés se mantenga vivo, es un preventivo completo del  ennui**. En cambio, el interés por uno mismo no conduce a ninguna actividad de tipo progresivo. La disciplina externa es el único camino a la felicidad para aquellos desdichados cuya absorción en sí mismos es tan profunda que no se puede curar de ningún otro modo.”

La búsqueda de felicidad puede centrarse en preocuparnos de nuestro propio bienestar o en preocuparnos del bienestar de otros. Pero en realidad coincido en que las dos alternativas no son necesariamente contradictorias, y que pueden funcionar de forma simultánea, con poco o ningún conflicto o choque.

Preocuparse por el bienestar del otro, ser bueno para otro, también potencia el sentido de la bondad y por tanto, presumiblemente, la felicidad del sujeto bondadoso.

*Bertrand Rusell. Filósofo y matemático inglés, (1872-1970) nació en Trelleck (Gales) y murió en Penrhyndeudraeth (Gales). En 1950 obtuvo premio Nobel de Literatura de la Academia Sueca. Preocupado por los peligros de la guerra nuclear, fue detenido en 1961 por fomentar manifestaciones públicas contra las pruebas nucleares; esta misma preocupación le llevó a desencadenar una intensa labor pacifista creando a este fin la fundación ” Bertrand Russell” en 1963.  En 1966 fundó el llamado Tribunal Russell (integrado por Sartre, Carpentier, Weiss y otros intelectuales), para juzgar los crímenes de guerra cometidos en Vietnam.
**El vocablo Ennui grafica con su breve sonido el aburrimiento, el hartazgo, el hastío, el desinterés, el fastidio, el tedio, la insatisfacción, el desencanto, todas causas que pueden hacernos infelices.
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Tenemos vocación de ser felices.

En principio, todo hombre puede llegar a ser feliz aunque aún no lo sea. Porque el hombre tiene, por el hecho de serlo, una vocación genérica o potencia para ser feliz.

Pero para poseer una vocación específica para la felicidad debe desarrollar hábitos favorables o “virtudes” en dirección a una vida plena y practicarlos constantemente.

Por ejemplo todos somos músicos en potencia, del mismo modo todos somos felices en potencia. Pero quien ha estudiado música no solo “puede ser” un músico, en sentido genérico; sino que ha actualizado su potencia de tal forma que se halla más cerca de llegar a serlo.

Del mismo modo, si alguien desarrolla “hábitos positivos o virtudes”, pisa el umbral de la felicidad.

Pero además la felicidad no es una mera “posibilidad”, sino una “actividad” efectiva: el músico sólo lo es plenamente cuando toca. Y sólo cuando  esa potencialidad y esos hábitos se conviertan en acción constante se alcanzará la felicidad.

Entonces, el hombre tiene, por el hecho de serlo, una vocación genérica o en potencia para ser feliz. Y si además ha desarrollado hábitos favorables o “virtudes” en dirección a una vida plena, posee una vocación específica para la felicidad. Pero ella se concretará sin embargo en la actividad plena y constante, lo que le generará como consecuencia una sensación de placer y bienestar.

Pongamos manos a la obra, procuremos adherir a los valores o cualidades positiva adecuadas, y practicarlos hasta que se transformen en virtudes, en ello nos va la oportunidad de ser felices.

*Fuente: “Bajo el imperio de las ideas morales” Mariano Grondona, Ed. Sudamericana. Bs. As 1987.
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¿Quien eres tu para no ser brillante, talentoso, y magnífico?

Lee por favor el siguiente texto extraído del mensaje de Nelson Mandela[i] cuando fue electo presidente de Sudáfrica en el año 1994.

“… Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.

Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario? Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo? Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor.

Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en tu interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en todos y cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, inconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.” [ii]

Señala y comenta sobre los valores que identifiques del texto.

¿Que te sugiere el mensaje?


[i] Nelson Rolihlahla Dalibhunga Mandela es el nombre completo de este heroico político sudafricano conocido en el mundo entero por su lucha incansable por la abolición de la discriminación de la población negra en su país natal, donde llevó a cabo una batalla sin tregua que le significó pasar veintisiete años en la cárcel. Tras su liberación fue elegido presidente de la República de Sudáfrica, en las primeras elecciones libres y democráticas que se celebraron en toda la historia de dicho país. En 1993 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su lucha por la igualdad de derechos de los negros sudafricanos. Mandela será recordado siempre por su triunfo contra un sistema de gobierno intolerante e injusto y constituye un ejemplo viviente de todo lo que se puede lograr en defensa del respeto y la dignidad de las personas que lo merecen
[ii] La frase citada por el Presidente Mandela tiene su origen en el libro de Marianne Williamsom, “A Return to Love: Reflexiones sobre los principios de “Un Curso de Milagros”, Ed. Harper Collins, 1992 del Capítulo 7, Sección 3. Marianne Williamson (http://www.marianne.com) es una de las autoras de espiritualidad y crecimiento personal más apreciadas entre las lectoras femeninas y ha ayudado a millones de personas de todo el mundo con títulos como Volver al amor, La plenitud del amor, Luz para el camino o Espera un milagro, La edad de los milagros, todos publicados por Ediciones Urano. Además de pronunciar conferencias en todo el mundo sobre aspectos relacionados con la espiritualidad y el papel de la mujer en nuestra sociedad, está muy involucrada en trabajos sociales y ha fundado The Peace Alliance, una organización dedicada a promover la cultura de la paz en Estados Unidos. Participa semanalmente en el programa de radio Oprah and Friends, junto a la popular presentadora estadounidense.Marianne en 1989, fundó el “Project Angel Food”, un programa de “alimentos sobre ruedas” que asiste a personas sin hogar y con SIDA en el área de Los Angeles. Actualmente el  “Project Angel Food” alimenta a más de  1,000 personas diariamente.

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Feliz día del Amigo!

Nuestra meta es poder elegir eficazmente a quienes nos acompañaran en el camino hacia nuestros sueños. Son las conexiones de oro que potenciarán nuestras capacidades al ciento por ciento.

“Gente Tóxica”. Bernardo Stamateas. Vergara 2008. p. 172.

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