El estudiante Nativo Digital y el docente Inmigrante Digital “hablan” idiomas diferentes.

Es que el estudiante actual es un “nativo digital”, que habla un idioma digital como primera lengua, mientras el docente es un “inmigrante digital” que difícilmente llega a tener un idioma digital como segunda lengua. Problema que se acrecienta si el docente es un “Analfabeto Digital”. Seguramente, en las facultades de Derecho actuales se encontrarán aún unos cuantos docentes analfabetos digitales, sin competencias en el idioma informático. (Mesa Rada, 2014)

Hace poco más de veinte años, Marc Prensky acuñó el concepto de “nativo digital” se refería a quienes habían nacido después de 1980 y que, según él, tenían una capacidad innata para comprender y utilizar la tecnología digital debido a su exposición desde temprana edad (Infobae, 2024).

Entonces, como “Nativos digitales” se describe a los estudiantes, menores de 30 años, que han crecido con la tecnología y, por lo tanto, tienen una habilidad innata en el lenguaje y en el entorno digital; las herramientas tecnológicas ocupan un lugar central en sus vidas; y dependen de ellas también para informarse y estudiar, relacionarse.

Estos estudiantes enfocan su aprendizaje absorbiendo rápidamente la información multimedia de imágenes y videos, igual o mejor que si fuera texto; consumen datos simultáneamente de múltiples fuentes; esperan respuestas instantáneas; permanecen comunicados permanentemente y crean también sus propios contenidos.

Desde la práctica del proceso de enseñanza/aprendizaje les encanta hacer varias cosas al mismo tiempo: son multitarea. Afrontan distintos canales de comunicación simultáneos, prefiriendo los formatos gráficos a los textuales. Utilizan el acceso hipertextual en vez del lineal. Funcionan mejor trabajando en red. Y prefieren los juegos al trabajo serio. Destacan la inmediatez en sus acciones y en la toma de decisiones.

Mientras que como “Inmigrantes digitales” se señala a aquellos que se han adaptado a la tecnología. Se trata de personas entre 35 y 55 años que no son nativos digitales y han tenido que adaptarse a una sociedad cada vez más tecnificada.

Lo cierto es que ni el estudiante de Derecho (nativo digital) ni el docente de Derecho actual (inmigrante digital en el mejor de los casos) pueden hacer mucho para cambiar el origen del problema, la llamada “natividad digital”. Esto por cuanto es una circunstancia mundial.

En consecuencia, se puede afirmar, en términos generales, que, si bien el problema de la “natividad digital” es irreversible, el de la divergencia generacional es inmodificable. Hoy en día es así y basta ir a una facultad de Derecho para darse cuenta de la realidad de tal enunciado. (García, 2007)

Es evidente en el campo educativo de hoy, que los alumnos actuales no se corresponden ya con aquellos para cuya enseñanza fueron creados los sistemas educativos tradicionales.

En principio el estudiante de Derecho actual no tiene las competencias necesarias para soportar la educación tradicional. Por ejemplo, es habitual observar que los alumnos cuando llegan a la universidad preguntan nerviosamente si tienen que leer y cuando se les dice que tienen que leer un libro: todos protestan; porque dejaron de leer hace 5 o 10 años.

Lo mismo opera para los docentes de Derecho, normalmente no tienen las competencias necesarias para transmitir adecuadamente los conocimientos a un nativo digital. Es más, muchos de estos docentes ni siquiera saben de la existencia de nativos digitales y mucho menos podrían hablar en su idioma.

El problema, en general, está dado en que el docente de Derecho no puede continuar tratando de adaptar lo que debe enseñar en la actualidad a la forma como a él le enseñaron años atrás. El principio de solución se puede encontrar en que adaptarse a las necesidades de los “Nativos digitales” requiere un enfoque flexible y dinámico.

En tal sentido, el primer paso, sin dudas, debe ser del docente, titular del direccionamiento del proceso de enseñanza, así como la elección y ejecución de las estrategias y métodos más eficientes para lograr un adecuado proceso formativo en los futuros abogados, y en definitiva, su tarea debe consistir en un acercamiento al nativo digital.

En esta dirección, debe el docente de Derecho ser creativo para lograr conectar las nuevas tecnologías con aquella información que sólo es posible hallar en libros especializados. Debiendo apoyar entornos de aprendizaje e-learning que llamen su atención hacia obtener conocimientos.

En definitiva, deben ver las herramientas digitales como aliados del aprendizaje y como una forma de motivar a los estudiantes a descubrir el mundo por sus medios.

D.O.

 

 

 

Referencias:
García F., Portillo J., Romo J., Benito M. “Nativos digitales y modelos de aprendizaje”. Universidad de País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU). SPDECE ’07. IV Simposio Pluridisciplinar sobre Diseño, Evaluación y Desarrollo de Contenidos Educativos Reutilizables. Dirección URL del artículo: https://ceur-ws.org/Vol-318/Garcia.pdf
Infobae. Educación. “Por qué la educación puede aprovecharse del concepto de “nativo digital”. 24 Sep, 2024. Diección URL del artículo: https://www.infobae.com/educacion/2024/09/24/por-que-la-educacion-puede-aprovecharse-del-concepto-de-nativo-digital/
Mesa Rada, Javier D. “Nativos digitales: el reto de enseñar Derecho en la actualidad” Revista sobre enseñanza del Derecho. año 12, número 24, 2014, pp. 165-187. Buenos Aires, Argentina (ISSN 1667-4154).
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