En general, en cualquiera de los niveles educativos, incluyendo por supuesto a la educación universitaria, el educador debe posicionarse en una constante actualización para no quedar relegado respecto de sus alumnos, y poder ofrecer una formación relevante y actualizada. Esto implica no solo aprender nuevas tecnologías, sino también adaptar sus métodos de enseñanza para integrarlas de manera efectiva en el aula.
Se pude observar, que, en el uso de la inteligencia artificial, los alumnos, en general conocen más que sus educadores. Hoy es probable que éstos se encuentren con alumnos que tengan más habilidades, por ejemplo, para la búsqueda de temas. Es que el educador debería poseer una dinámica personal, una curiosidad especial, que hoy en muchos casos no se encuentra dado que muchos docentes se mantienen en un pernicioso círculo de tranquilidad al mantenerse sólo en los temas y teorías aprendidas, y en los métodos de transmisión enciclopedista de conocimientos.
Hoy, en la enseñanza en un mundo tecnológico, ya sea, desde lograr a que los estudiantes incorporen habilidades digitales básicas, hasta que éstos puedan comprender cómo hacer un algoritmo complejo, nos encontramos la misma falencia: un docente sin la capacidad para acompañarlo en el aprendizaje.
En una encuesta entre unos mil estudiantes y unos 200 profesores, se preguntó a los estudiantes cuántos usaban ChatGPT o Copilot o Gemini o alguno de los motores de inteligencia artificial: el 80% levantó la mano. Cuando se hizo la misma pregunta a los docentes, fue exactamente inverso: sólo el 20%.*
En resumen, la actualización continua y la integración de nuevas tecnologías y metodologías son esenciales para que los docentes puedan ofrecer una formación relevante y de alta calidad.
Estrategias tales como mantenerse al día con las últimas investigaciones, establecer la colaboración entre educadores, implementar sistemas de retroalimentación continua donde los estudiantes puedan expresar sus opiniones sobre los métodos de enseñanza y el contenido del curso, utilizar herramientas tecnológicas e incorporar métodos de enseñanza interactivos como el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje colaborativo, conforman estrategias no solo mejorarán la calidad de la educación, sino que también prepararán a los estudiantes para enfrentar los desafíos de un entorno legal en constante cambio.
D.O.