Hoy los científicos, confirman que no es nuestra genética la que nos hace humanos, sino el modo de vida que llevamos mientras convivimos con otros entrelazando sentimientos, acciones y emociones.
Pero nuestro ABUELO PORTILLA, sabía además que lo verdaderamente humano es que nacemos amorosos; que el entorno adecuado en el que el niño puede desarrollar todo este enorme potencial amoroso de lo humano es en el seno de una Familia; y que la emoción que hace posible ese desarrollo amoroso no es otra que el Amor.
La familia que crearon junto a la ABUELA ZULEMA, fue un espacio de convivencia donde los bebés fuimos ingresando diciendo: “ámame y te amaré, cuídame y te cuidaré, y de ti aprenderé la ternura del convivir en el amar siendo como tú”. Donde las mamá surgían diciendo: “amándote te cuidaré y en el cuidarte te mostraré la libertad de ser quien quieres ser, en el encontrarte contigo mismo, respetándote en el amarte”. Y los papás se creaban diciendo: “Ven conmigo y te mostraré el mundo haciendo contigo lo que yo sé, y preguntándome por lo que no sé”.
Pero también los niños en nuestra familia PORTILLA nacimos con varias mamás y papás (abuelas, abuelos, madrinas, padrinos, tías, tíos, personas que nos cuidaban mientras los padres trabajan, vecinas y vecinos, etc.) y con esas varias mamás y papás vinieron también varias culturas, varios modos diferentes de estar en la vida de los cuales nutrirnos.
Para el ABUELO PORTILLA amar era conducirse de manera tal que el otro familiar, con solo tener el deseo de ser familiar, pudiera ser un legitimo otro para convivir en el seno familiar. Nada mas.
Desde lo más profundo de su ser sentía que no es nuestra genética la que nos hace pertenecer a la familia, sino el modo de vida que llevamos en la convivencia amorosa en el seno de la misma. Y que esa forma de vivir, es la medida en la podemos llegar a alcanzar a ser seres humanos comprometidos con el amor como instrumento, con la vida como principio, y la felicidad como derecho inalienable. UN FAMILIAR PORTILLA. CON O SIN GENES.
Gracias ABUELOS.