El problema a no es enseñar, eso lo venimos haciendo. Sino que un problema a resolver es impartir las materias a la totalidad de los alumnos. La presencia del alumno en el aula es lo primero que debemos atender, y que por supuesto no es solo física. Un aula puede estar con la mayoría de sus alumnos presentes físicamente, pero sólo una muy menor parte de ellos están presentes además mental y espiritualmente, y son éstos los que aparecen como únicos destinatarios de la enseñanza de los docentes.
Comenzar a resolver este problema está relacionado directamente con que los alumnos sientan que su presencia en clase es importante. Para ello es necesario ayudar a los alumnos a sentirse valorados como individuos. Centrándonos en cada alumno partiendo de sus necesidades e intereses personales. Y demostrando genuino interés al respecto.
Tenemos que preguntarnos qué es realmente importante para los alumnos. Pero además transmitirles que ninguna disciplina es más relevante que otra. Sea algún deporte, alguna expresión artística, matemáticas o lengua, el alumno debe sentir que se las considere en un mismo nivel de importancia. De esta forma al percibir los alumnos que se valora lo que para ellos es importante, entonces comienzan a devolver lo que se les pide en clase. Al crear estos vínculos desde manifestar y demostrar que nos importa lo que es importante para ellos, surge en los alumnos un sentimiento de no defraudar a los profesores, aun de aquellas materia que no les gustan. Por ejemplo, los profesores de ciencias exactas que muestra interés en deportes, artes o humanidades en los que participan los alumnos, luego comienzan a recibir atención de dichos alumnos en sus materias. Y por fin pueden enseñar a la mayoría de ellos.
Entonces, primero tenemos que estar pendientes a lo que es importante para los alumnos. Luego podemos pasar a elabora el plan de estudios que los alumnos necesitan para tener éxito en el futuro, su futuro, no el nuestro. Etapa esencial pero cuando se hubieran alcanzado las anteriores etapas.
Piensa bien y saldrá bien!
D.O.