Herramientas básicas del ejercicio de la abogacía.

El profesional de la abogacía en la actual – y me refiero como tal a aquél que con el título de abogado intenta ganarse la vida ejerciendo la abogacía-, además de la más rigurosa formación respecto de las leyes, necesitará contar, por lo menos, con las siguientes capacidades:

  1. Comprensión del fenómeno social -base de la existencia del derecho, de sus instituciones, y sustrato de la práctica del mismo-, para lo cual debe poseer una sólida formación en historia, filosofía, economía, sociología y fundamentalmente en ética aplicada.
  2. Argumentación apropiada -el conocimiento técnico debe ser explicardo siempre con claridad-, por lo tanto debe haber desarrollado habilidades para la oratoria y el debate, además de la escritura.
  3. Formación en ciencias exactas -en la práctica debe evaluar testimonios e informes de expertos en dichas materias-, debe entonces poseer conocimientos, si bien básicos pero rigurosos, en física, química y matemáticas.
  4. Trabajo en equipo –mayor cooperación arroja más y mejores soluciones- para lo cual se debe olvidar rápidamente lo entrenado en la facultad respecto a la competencia como base de resolución de conflictos.

D.O.

 

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