Contribuir a la formación en valores vale la pena!

El desafío de colaborar desde la educación formal,

en la formación y recuperación de valores trascendentes.

Cuando intentamos evaluar el mundo que nos rodea y preferir dentro de una gama de posibilidades, según su jerarquía aquello que consideramos más estimado, apreciable, o deseado, los valores están presentes.

Esta disposición de preferir dentro de una escala valorativa da sentido a nuestra vida, configura el ambiente cultural en el que  nos movemos, determinando los  modos de ver nuestro derredor, y brinda, además, la posibilidad de construir nuevos espacios deseables.

A su vez, y como contrapartida de esta cualidad, los desvalores representan un quiebre en la convivencia y conducen, las más de las veces, a problemas de otra índole (sociales, económicos, políticos,) muchas veces sindicados como causa, cuando, en realidad, son consecuencia de desviaciones en las escalas de valores.

Ahora bien, si bien la adquisición de los valores fundamentales, se va dando en un proceso que abarca una porción considerable de la vida de los individuos. La Formación ocurre durante la infancia y la vida social, comprendiendo también y de manera especialmente importante, a la educación formal. Formación que se da por contagio. Porque los niños, adhieren a los valores a través del contacto con personas y ambientes cargados de valor.

Por lo tanto es necesario también desde la educación formal, que se generen tales personas quienes gestionen tales ambientes.

Y para ellos es imperioso que también se generen los ambientes organizacionales y estilos pedagógicos que se orienten con más eficacia al desarrollo moral del docente y le ayuden a comprender la naturaleza moral de la acción educativa, en bien de una práctica que impulse el desarrollo moral de los estudiantes.

El desafío de intentar colaborar en la formación y recuperación de valores trascendentes, bien merece el intento.

Según, Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653). En “EDUCACIÓN EN VALORES:  UN ENFOQUE DESDE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA”. Por María Cristina Tarrés y otros. Universidad Nacional de Rosario, Argentina. http://www.rieoei.org.

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