Todos vamos formando, según nos desarrollamos, un marco de convicciones o creencias profundas que determinan nuestra manera de ser y orientan nuestra conducta. Elegir la solidaridad frente a la indiferencia, la justicia frente al abuso, el amor frente al odio tiene que ver con tales creencias que involucran siempre nuestros sentimientos y emociones.
Nuestra conducta, como nos comportamos, como respondemos a los estímulos, hasta losmas habituales, esta siempre regida por las creencias a los que adherimos. Pero a su vez, las consecuencias de tales comportamientos están gobernadas por “principios” que en definitiva controlan las consecuencias de nuestras elecciones. Las creencias o valores son algo personal, emocional, subjetivo, y discutible. Hoy puedo sostener una creencia y mañana otras. Mientras que los principios son universales, impersonal, y atemporal. Un principio no cambia.
“El individuo debe asumir el 100% de la responsabilidad de su vida y sus resultados” es un principio.
Asumir el 100% de responsabilidad significa que no hay nadie más culpable de lo que suceda que yo. Y para lograr vivir tal principio debemos vigilar nuestro comportamiento, esencialmente lo que decimos y cómo lo decimos; lo que pensamos, nuestras creencias y nuestra imagen visual. Hay que eliminar de nuestro comportamiento diario el hábito de las excusas y el de siempre buscar culpables de nuestros fracasos y errores, fuera de nosotros mismos. Debemos contemplarnos en el éxito, producir resultados y no esperar que las cosas sucedan sin que hayas realizado ningún esfuerzo. Hay que sacar de nuestro vocabulario diario la expresión “no puedo”, la cual es responsable de nuestras nimiedades y detiene los esfuerzos necesarios para alcanzar metas y objetivos.
“El individuo debe tener claro el por qué está aquí. Aclarar su propósito”. Es también un principio.
Vivir este principio significanos autoevaluemos para determinar cuáles cualidades personales nos adornan, cómo disfrutamos de ellas, porque en la carrera por alcanzar el éxito lo primero que debemos despejar es que si no hacemos lo que nos gusta, será difícil alcanzarlo. Cada individuo que pretenda alcanzar el éxito debe tener una Visión global de sì mismo que alcance los siguientes aspectos: financiero, negocio y carrera, tiempo de diversión, salud y ejercicio, relaciones interpersonales, personal, y precisar cuál es el legado que quiere dejar cuando ya no esté.
Y “Creer en sí mismo”, es otro gran y básico principio.
Vivir tal principio significa desarrollar la capacidad de concentrarnos en lo que deseamos, no en lo que no deseamos. Enfócarnos solamente en los resultados que deseamos. Y mantener una expectativa positiva de que lograremos lo mejor. A la mente humana le afloran unos 50,000 pensamientos al día, y para tener éxito hay que desarrollar la capacidad de sustituir los pensamientos negativos por pensamientos positivos, ya que si permites que los negativos te abrumen, el éxito se vuelve inalcanzable. Piensa bien y saldrá bien!
D.O.