Tenemos pensamientos que no nos son útiles y no podemos dejar de tenerlos porque el pensamiento compulsivo es una adicción.
Pero además cuando cada pensamiento absorbe nuestra atención completamente significa que nos identificamos con el mismo, con esa voz que suena en nuestra cabeza. Y asumimos que somos aquello que esa voz nos dice sobre nosotros mismos y que esta siempre basado sobre los condicionamientos de nuestro pasado o sobre la búsqueda de nuestra realización sólo en el futuro. Nunca en el aquí y ahora.
Ahora bien, al observarnos, al observar nuestros pensamientos; al escuchar la voz en nuestra cabeza, nos situamos como si fuéramos un testigo y podemos ser conscientes de que podemos estar más allá o más acá del pensamiento.
Entonces, el pensamiento pierde poder sobre nosotros porque no nos identificamos con él. solo lo observamos.
Este es el comienzo del fin del pensamiento involuntario y compulsivo.
Pero, además, el comienzo de nuevos pensamientos que a su vez, formen nuevos patrones de respuesta. Mas adecuados, mas convenientes a nuestro bien-estar.
Piensa bien y saldrá bien!
D.O.