Me niego a aceptar la idea de que tengo una mente inconsciente que me ordena como actuar y que es completamente inaccesible; a creer que la mayor parte de mi vida es controlada por fuerzas ingobernables que residen dentro mio; y a que no puedo dejar de ser víctima de los caprichos de mi “inconsciente”, cuyas órdenes se originan en las creencias y hábitos de pensamiento que están programados en mí desde mi niñez.
Me gusta pensar en cambio, en que hay un “otro totalmente incosciente, mécanico, repetitivo, y automático” dentro mio con el que puedo conversar, y en su caso “convenserlo” para que trabaje diferente, mejor y conveniente para mí, a como lo viene haciendo.
Claro que debo ser persistente y preciso cuando le hablo.
Debo intentar que no queden dudas de que sepa por mí mismo que: Sé que tengo algunos hábitos sobrantes realmente tontos que se inculcaron en mí hace mucho tiempo. Que ya no estoy interesado en que mis actos sean dictados por él. Que voy a llevar todos esos viejos hábitos de pensamiento a la superficie, los voy a observar cuidadosamente. Y que voy a trabajar diariamente para ser más consciente de todos los aspectos de mi vida.
Piensa bien, y saldrá bien!
D.O.
Fuente:
Wayne W. Dyer, Ph.D. http://www.drwaynedyer.com/
Bruce H. Lipton, PhD. The https://www.brucelipton.com/