LOS PARADIGMAS – En ocasiones para cambiar hay que romper.

El modo en que vemos el problema es el problema.

Leamos las siguientes declaraciones que significaron un paradigma y que fueron hechas por expertos en sus campos de acción. A su tiempo, cuando fueron expresadas fueron tomadas por inteligentes. Pero con el paso del tiempo sonaron idiotas.

10. No hay razón para que iun individuo tenga una computadora en su casa. Kennet Olsen, Presidente y Fundador de la Corporación de Equipos Digitales, en 1977.
09. Los aeroplanos son interesantes juguetes pero sin valor militar. Mariscal Ferdinand Foch, Militar y estratega francés y futuro comandante en la primera Guerra Mundial, en 1911.
08. El hombre jamás alcanzará la luna, a pesar de los futuros avances científicos. Dr. Lee de Forest, padre de la radio, en febrero de 1967.
07. No será posible sostener a la La televisión en ningún mercado después de seis meses. La gente se cansará de estar frente a una caja de madera cada noche. Darryl F. Zanuck, Director de la 20th. Century-Fox, en 1946.
06. No nos gusta su sonido. Los grupos de guitarras estan en declive. DECCA Records rechazando a los Vétales, en 1962.
05. Para la mayoría del pueblo, el uso del tabaco tiene un efecto benéfico. Dr. Ian G. Mac Donald, Cirujano de Los Ángeles, en una declaración en NEWSWEEL, Noviembre de 1969.
04. Este teléfono tiene demasiados defectos para ser considerado seriamente como un medio de comunicación. El dispositivo de por sí, no tiene valor alguno para nosotros. Western Union Internal Memos, en 1876.
03. la tierra es el centro del universo. Ptolomeo, El gran astrónomo egipcio, en el siglo II.
02. Nada de importancia sucedió hoy. Escrito por el Rey George III de Inglaterra el 4 de Julio de 1776 (día de la independencia de los EEUU).
01. Todo lo que puede ser inventado ha sido inventado. Charles H. Duell, U.S. Comisionado de Patentes de invención, en 1899.

A su vez, leamos la lista siguiente con declaraciones que puede ser hechas por cualquier adolescente, y que pueden ser tan ridículas como las anteriores:

Ninguno de mi familia se ha graduado la universidad. Yo estaría loco de pensar que yo podría hacerlo.
No hay caso. Mi padrastro y yo nunca nos llevaremos bien. Somos demasiado diferentes.
Mi profesora esta en mi contra.
¡Ella es tan bonita! Apuesto que es una imbécil.
No puedo progresar en la vida a menos que conozca a la gente correcta.
¿Yo delgado? ¡Si mi familia esta plena de gente gorda!
Es imposible conseguir un buen trabajo porque no quieren contratar a un joven.

¿Que tienen en común estas listas?

Todas ellas son percepciones acerca de la forma que las cosas son. Todas ellas son inadecuadas o incompletas, aun a pesar de que la gente quienes las declaran están convencidas de que son verdad.

Como podemos notar, nuestros Paradigmas están a menudo lejos de ser un marco adecuado o acertado, y, en consecuencia, crean limitaciones. Por ejemplo, podemos estar convencidos de que no tenemos lo necesario para cursar estudios superiores. Y ello es sólo nuestra percepción del tema.

¡Para cambiar en ocasiones hay que romper!

Ahora bien, casi todos los descubrimientos significativos en el campo del esfuerzo científico aparecen primero como rupturas con la tradición, con los viejos modos de pensar, con los antiguos paradigmas.

Para Tolomeo, el gran astrónomo egipcio, la Tierra era el centro del universo. Pero Copérnico creó un cambio de paradigma, suscitando muchas resistencias y persecuciones al situar al Sol en el centro. Súbitamente, todo fue objeto de una interpretación distinta.
El modelo newtoniano de la física es un paradigma de movimientos regulares y todavía constituye la base de la ingeniería moderna. Pero es parcial, incompleto. El mundo científico moderno se vio revolucionado por el paradigma einsteiniano, el paradigma de la relatividad, cuyo valor predictivo y explicativo es mucho mayor.
Hasta que se elaboró la teoría de los gérmenes, un alto porcentaje de mujeres y niños morían durante el parto, y nadie entendía por qué. En las escaramuzas de la guerra, eran más los hombres que morían de pequeñas heridas y de enfermedades que de traumas importantes sufridos en el frente. Pero en cuanto se desarrolló la teoría de los gérmenes, un paradigma totalmente nuevo, un modo mejor y perfeccionado de comprender lo que sucedía, hizo posible un perfeccionamiento médico extraordinario, significativo.

Ya sea que el cambio de paradigma nos empuje en direcciones positivas o negativas, o que se produzca de modo instantáneo o gradual, determina que pasemos de una manera de ver el mundo a otra. Ese cambio genera poderosas transformaciones.

Tengamos siempre presente que nuestros paradigmas, correctos o incorrectos, son las fuentes de nuestras actitudes y conductas, y en última instancia de nuestras relaciones con los demás.

Observemos la siguiente situación:

Un día en el subterráneo, la gente estaba tranquilamente sentado, leyendo el periódico, perdida en sus pensamientos o descansando con los ojos cerrados. La escena era tranquila y pacífica. Entonces, de pronto, entraron en el vagón un hombre y sus dos hijos. Los niños eran tan alborotadores e ingobernables que de inmediato se modificó todo el clima. El hombre se sentó junto a mí y cerró los ojos, en apariencia ignorando y abstrayéndose de la situación. Los niños corrían de aquí para allá, arrojando objetos, incluso arrebatando los periódicos de la gente. Era muy molesto. Pero el hombre sentado junto a mí no hacía nada. Resultaba difícil no sentirse irritado. Yo no podía creer que fuera tan insensible como para permitir que los chicos corrieran salvajemente, sin impedirlo ni asumir ninguna responsabilidad. Se veía que las otras personas que estaban allí se sentían igualmente irritadas. De modo que, finalmente, con lo que me parecía una paciencia y contención inusuales, me volví hacia él y le dije: «Señor, sus hijos están molestando a muchas personas. ¿No puede controlarlos un poco más?». El hombre alzó los ojos como si sólo entonces hubiera tomado conciencia de la situación, y dijo con suavidad: «Oh, tiene razón. Supongo que yo tendría que hacer algo. Volvemos del hospital donde su madre ha muerto hace más o menos una hora. No sé qué pensar, y supongo que tampoco ellos saben cómo reaccionar».
En forma inmediata mi paradigma cambió. De pronto vi las cosas de otro modo, y como las veía de otro modo, pensé de otra manera, sentí de otra manera, me comporté de otra manera. Mi irritación se desvaneció. Era innecesario que me preocupara por controlar mi actitud o mi conducta; mi corazón se había visto invadido por el dolor de aquel hombre. Libremente fluían sentimientos de simpatía y compasión. «¿Su esposa acaba de morir? Lo siento mucho… ¿Cómo ha sido? ¿Puedo hacer algo?» Todo cambió en un instante.

Muchas personas experimentan un cambio de pensamiento fundamental cuando afrontan una crisis que amenaza su vida y de pronto ven sus prioridades bajo una luz diferente.

Podemos pasar semanas, meses, incluso años, trabajando para cambiar nuestras actitudes y conductas, sin siquiera empezar a aproximarnos al fenómeno del cambio que se produce espontáneamente cuando vemos las cosas de modo diferente.

Conclusiones:

Todos tenemos paradigmas dentro nuestro. Tenemos paradigmas sobre nosotros mismo, acerca de otra gente, y sobre la vida en general. El punto es que nuestros paradigmas son frecuentemente incompletos, incorrectos, o completamente desubicados. Y desde nuestros limitados puntos de vista, no podemos ver la pintura completa.

Para cambiar, debemos mantener la mente y corazón  abiertos a nueva información, ideas, y puntos de vista, y estar dispuestos a cambiar nuestros paradigmas cuando llegamos a tener claro que estos están equivocados. Mas importante aún, es obvio que si queremos hacer un gran cambio en nuestra vidas:

La llave es cambiar nuestros paradigmas, o los anteojos a través de los cuales vemos el mundo.

Pequeños escalones que ayudan al cambio. Comencemos a subirlos.

1. Piensa en la limitación de algún paradigma que puedes estar sosteniendo, y haz algo totalmente contradictorio a ese paradigma. Anota cual es el paradigma que te limita, y la acción en su contra que llevaste a cabo.

2. Piensa en un amigo que ha estado actuando raro últimamente. Y piensa lo que podría estar causando esa forma de actuar. Anota el problema que podría estar enfrentando y de que forma pueden influenciar en tu actitud hacia el.

3. ¿En que ocupas tus pensamientos o reflexiones?¿Que ocupa la mayoría de tu  tiempo y energía? Anótalo.

4. Encuentra un lugar donde poder esta solo. Piensa acerca de tus problemas. Anota alguno de los problemas que quisieras solucionar. Y como crees que deberías solucionarlo

Bibliografía.

Stephen R.Covey: Los siete hábitos de la gente altamente efectiva. Paidós, 2009. El líder interior: cómo transmitir e inspirar los valores que conducen a la grandeza. Paidós, 2009. El octavo hábito: de la efectividad a la grandeza. 2005. Primero lo primero: vivir, amar, aprender, dejar un legado. Paidós, 1997. El liderazgo centrado en principios. Paidós. 1996.
Sean Covey. Los 7 habitos de los adolescentes altamente efectivos. Fireside. USA. 1998. Las 6 mas importantes decisiones que los adolescentes deberán tomar. Fureside. USA. 2006.

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