Me siento frustrado. Me veo incapaz de salir adelante. ¿Será que no tengo lo que hay que tener?. No puedo cambiar las cosas. Me siento vacío. Me falta algo. Estoy angustiado. Tengo miedo. No se que voy a hacer con mi vida. Me siento solo. Estoy muy estresado. Controlan cada paso que doy. Me siento agobiado. Me aburro y me limito a cumplir. Estoy reventado de tanto estudiar. La presión es increíble. No tengo tiempo ni recursos para hacerlo todo. Mis padres no me comprenden, no escuchan: en casa no estoy mejor que en el colegio. Soy incapaz de cambiar algo.
Son algunas de las voces de muchos jóvenes que luchan por encontrar su camino y su vocación. Y que se angustian por no saben con claridad hacia dónde se dirigen ni cuáles son sus principales prioridades. Se sienten estancados. Y sobre todo, no creen que puedan cambiar mucho las cosas.
Ante este panorama sugiero entran en acción y comenzar haciendo algo simple: Tomar un papel y un lápiz y hacer cuatro columnas con los siguientes encabezados: Talentos. Pasiones. Necesidades. Y Conciencia.
TALENTOS | PASIONES | NECESIDADES | CONCIENCIA |
En la columna de Talentos escribir aquellas cosas que hacemos bien y nos sale fácil o casi sin esfuerzo realizarlas. Aún aquellas que si bien no las hacemos habitualmente, sabemos desde siempre, que nos son fáciles de hacer.
En la columna de las Pasiones listamos aquellas cosas que nos encanta hacer mas allá de si nos es fácil o difícil realizarlas. Las cosas que nos llenan de energía realizarlas. Y que nos motivan. También aquellas cosas por las que no consideramos estar apasionados, pero que nos encontramos realizando habitualmente por mucho tiempo, y no sabemos bien porqué.
En la columna de Necesidades exponemos las nuestras, y hasta las que creemos que necesita el mundo.
Y en la columna de la Conciencia, que es la vocecita interior que nos impulsa a hacer aquello que deseamos, pero que también nos dice si está bien o mal hacerlo, marcamos cada cosa que hayas anotado en las columnas anteriores. Con un “Ok” cuando nuestra conciencia nos dice que es buena o positiva. Con una “V” cuando nos dice que merece ser pensado un poco mas. Y con una “X” cuando sentimos que no es buena o negativa.
Concretamente, ante la confusión pasemos a la acción. Pongamos en claro y pasemos limpio todo lo que pensamos, hacemos, y decimos. Y observemos lo que surge del trabajo. Seguramente encontraremos indicios que pueden estar señalándonos alguna dirección hacia la que debamos dirigir nuestra energía.
Tengamos presente que podemos encontrar nuestra vocación en el punto de Intersección de nuestros Talentos o dones de nacimiento y puntos fuertes naturales; de nuestra Pasión por aquellas cosas que nos infunden vigor, que nos motivan y nos inspiran de una manera natural; de nuestras Necesidades, incluyendo lo que necesita el mundo; y de nuestra Conciencia o vocecita interior que nos dice qué está bien y que nos impulsa a hacerlo.
Cuando nos dedicamos a una actividad que aprovecha nuestro talento, alimenta nuestra pasión, que surge de una gran necesidad en el mundo, la cual nuestra conciencia nos impulsa a responder, ahí se encuentra nuestra vocación.